martes, 5 de agosto de 2008

Capítulo 17

El domingo amaneció lloviendo. Patris tenía otra sorpresa para Anne. La despertó con un beso dulce.
- Buenos días amor.
- Ummm, me encanta que me despiertes así. Me encantaría que todas las mañanas estuvieras a mi lado para despertarme así.
- No sé yo, eh!
- Cómo que no sabes?
- Sí, no se yo si resistiría mucho así.
- Cómo?
- Pues que a este paso, me matarás haciéndome el amor. Y algún día amanecería muerta.
- Jajaja, qué buena eres! Igual la que se moría era yo, pero me encanta sentirme así.
- Ya. Bueno, cierra los ojos, que tengo una sorpresa para ti. No los abras vale.
- Vale, no los abro.
Patris cogió algo del bolsillo de su pantalón. Sacó un colgante con un corazón de plata y se lo puso a Anne.
- Ya puedes abrir los ojos.
- Qué bonito! Me has vuelto a sorprender.
- Te gusta?
- Sí, me encanta. Ummm me gustaría regalarte algo.
- A mí.
- Sí, a ti, pero no sé si querrás mi regalo.
- Cómo que no sabes si lo querré o no. Claro que lo voy a querer.
- Estas segura? Es que no quiero que te mueras!
- Jajaja.
- Te ries?
- Sí, sí, es que veo que eres insaciable.
- Es que me provocas unas ganas tremendas de amarte. De saborearte, de...
- Ummm, me quieres saborear.
- Sí, sí. No quieres que lo haga?
- Sí, cielo, suena muy bien. Sabes...
- Qué?
- Ummm, me dejas que sea yo la que te saboree primero.
- Ummm, eso suena muy bien.
- Puedo jugar contigo. Estás dispuesta o aceptas que te vende los ojos?
- Ummm, suena mejor que mejor.
Patris le vendó los ojos. Se fue al mini bar y cogió un cubito de hielo. Se lo puso en la boca y se lo sacó. Empezó a besar a Anne. Se volvió a poner el cubito en la boca. Y empezó a pasárselo por el cuello. Poco a poco fue bajando hasta llegar al pecho... Anne jadeaba al mismo tiempo que su cuerpo se movía sinuosamente. Le pidió que le hiciera el amor que ya no lo podía resistir. Y Patris le hizo el amor.
Volvieron a dormirse. La alarma del móvil de Patris sonó. Era la una del mediodía. Anne tenía que marcharse. Tenía que volver a su casa. Y ella, recoger las cosas y volver a la suya. La despertó y estuvieron durante media hora hablando. Se despidieron. La despedida fue triste para ambas. Sabían que a partir de ahora la cosa había cambiado. Ya nada iba a ser lo mismo. Y la distancia a partir de ese momento iba a ser muy dura.
Patris acompañó a Anne hasta la puerta de su escalera. Y se despidieron. Anne le pidió a Patris que condujera con cuidado y que la llamara nada más llegara a casa.
El fin de semana había sido inolvidable. Anne no se lo podía creer. Patris se había presentado en Zaragoza y le había dado una sorpresa. Se habían amado con locura y con ternura. Lo tenía claro, estaba enamorada de Patris.
Por la noche, después de hablar con Patris. Anne no paraba de darle vueltas a la cabeza. Y a partir de ahora qué. Qué iba a pasar. Cuando volverían a verse. Podría mantener una reunión a distancia. Estaba preparada para ello. No tenía ni idea. Lo único que sabía es que iba a disfrutar el momento y esperaba que el fin de semana como el que había acabado de pasar se repitiera muchos más.
Patris estaba acostada. También le estaba dando vueltas a la cabeza sobre el tema. Sabía que iba a ser complicado mantener una relación a distancia con Anne. Pero tenía claro que la quería y que iba a demostrárselo cada día. Seguía estando en una nube. La había amado, se habían amado. Pensaba y pensaba en cuando podría otra vez ir a Zaragoza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jo...k duras son esas despedidas...ai..estoy esperando ya el proximo:D jejeje
muak

Suassi dijo...

En el próximo ya verás cómo se pone más interesante!!!

Anónimo dijo...

Anda que no f... estas dos jajajajajajajajjajaajajjaa, bien bien que hay q aprovechar...la distancia es algo horrible...:(