viernes, 11 de julio de 2008

Capítulo 2

Quedaron en apagar los ordenadores y en diez minutos, Anne la llamaría. Patris apagó su ordenador y se fue a la habitación. Estaba nerviosa. Era la primera vez que le pasaba, que le pedían su número de teléfono a las primeras de cambio y lo daba. Pero ella también estaba intrigada por escuchar la voz de Anne. A los diez minutos se produjo la llamada. Patris oyó un hola al otro lado del teléfono y le respondió con otro hola. La verdad es que no sabía qué decir. Estaba cortada. No se le ocurría nada. A ella, que era una persona tan ocurrente.
- Tenías razón, eres muy tímida. Te puedo decir algo?
- Sí -respondió escuetamente-.
- La verdad, es que nunca había hecho esto. Es la primera vez que le pido a una persona su número de teléfono el mismo día de haberla conocido en el chat. Normalmente no lo suelo hacer, me cuesta darlo, pero no sé, he sentido un impulso.
- Yo tampoco lo había hecho nunca. La verdad es que también tenía ganas de pedírtelo y creo que si no lo hubieras hecho tú, tal vez mañana si hubieras entrado lo hubiera hecho yo.
- De verdad eres periodista?
- Sí, lo soy. Te diré una cosa, no me gusta mentir. Así que siempre digo la verdad y cuando no quiero responder una pregunta, no la contesto y ya está. Prefiero no contestarla a decir una mentira.
Y sin darse cuenta estuvieron hablando durante cinco minutos. El tiempo justo en el que se le terminó el saldo del móvil a Anne. Patris no lo pudo evitar y la llamó.
- Perdona, se ha cortado o me has colgado?
- Se ha cortado, se me ha terminado el saldo. Lo siento.
- Eso he pensado, porque no creía que me colgaras sin despedirte.
- Sabes, me ha dado mucha rabia que se me haya acabado el saldo. No sabía si ibas a llamar, la verdad, pero tenía la esperanza. Además, no me gusta marcharme sin despedirme.
- Bueno, pues encantada de hablar contigo. No lo digo por cumplir, eh! La verdad es que me ha gustado hacerlo.
- A mí también.
- Anne, te puedo decir una cosa?
- Sí, claro. Qué?
- Eres una chica muy guapa. Y no lo digo por cumplir, eh! Si no lo creyera no te lo hubiera dicho y me hubiera callado.
- Tú también lo eres.
- Jajaja, que vaaaaa! Hace mucho que no vas al oculista? Creo que necesitas una revisión!
- Jajajaja, no, la vista la tengo muy bien y no necesito regulármela.
- Sabes....
- Qué?
- La verdad.... es que no me apetece dejar de hablar contigo. No sé por qué pero me gustaría seguir un ratito más, si no te importa.
- Yo tampoco quiero dejar de hablar... estoy muy a gusto hablando contigo, pero es muy tarde.
- Sí, es verdad. Uff y mañana tengo que madrugar.
- Bueno entonces deberíamos empezar a despedirnos.
- Buenas noches, Anne. Que sueñes con cosas bonitas y hasta mañana.
- Buenas noches, Patris, que también sueñes con cosas bonitas.
- Sabes.....
- Qué?
- La verdad, no sé si podré dormir esta noche. Hasta mañana.
- Hasta mañana.
La despedida duró cinco minutos más. Ninguna de las dos se decía a colgar el teléfono definitivamente. Patris estaba desconcentrada, no sabía qué había pasado y por qué tenía esa sensación. Y sobretodo no sabía por qué no se podía quitar de la cabeza a Anne. Al final, después de dar vueltas en la cama durante más de media hora consiguió conciliar el sueño.
La alarma del móvil le sonó. Era la hora de levantarse y no podía. Tenía mucho sueño. Era lógico después de estar hasta las cuatro de la mañana hablando con Anne. Entonces sintió una necesidad. Cogió el móvil y le envió un sms, dándole los buenos días. No sabía por qué lo hacía, pero no lo podía evitar. Después de darle a la tecla de enviar, deseó no haberlo hecho. O eso pensó al menos, pero era lo que realmente deseaba.
“Buenos días, espero que hayas dormido bien y que pases un buen día”.
Anne recibió el sms y sonrió. A ella también le había costado dormirse. Se levantó y tras arreglarse para ir a clase, salió de casa. Lo primero que hizo al pasar por un video club fue recargar el móvil. Una vez recargado decidió enviarle un sms a Patris.
“Buenos días. Me ha costado dormir pero al final lo he conseguido. También te deseo que tengas un buen día”.
Patris no lo pudo evitar y cogió el móvil, buscó el número de Anne en la agenda y la llamó.
- Hola, buenos días! Perdona, pero no lo he podido evitar. Necesitaba volver a escuchar tu voz. Te parecerá una tontería...
- No... no me parece una tontería. A mí también me pasa igual. He recargado el móvil para poder contestar tu sms y para llamarte esta noche.
- Bueno..., te tengo que dejar, tengo que entrar a trabajar.
- Y yo tengo que entrar en clase y llego tarde también.
- Anne... te vas a conectar esta noche?
- No lo sé. Si lo hago te mando un sms y te lo digo.
- Vale. Si no entras y no nos vemos, que te lo pases bien en Calatayud.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a cuando el siguiente capitulo??ya me dejas en askuas:)
que rikas...las dos..llamandose..me a recordado a una relacion que tuve hace años:)
por lo poquito que e leido,si puedo decirte que merece la pena k sigas,ami me esta gustando(K)x cierto te agrego al msn

Anónimo dijo...

jjeje me parece q esta historia me la sé....me equivoco??? aun asi la leeré :P merece la pena...

Suassi dijo...

Gracias, el deseo, tranqui, poco a poco iré poniéndo los capítulos.

Tanais, ya sé que te sabes la historia, creo que la viviste en tercera persona. Gracias porque en ese momento me fuiste de gran ayuda. Aunque si te hubiera hecho caso...., pero en fin, ya ves, de todo se aprende y se sacan cosas. Y mira, me está dando para escribir un "libro" que hace años que empezé y que tengo a medias. Y que espero algún día de estos -bueno, de las próximas semanas, meses o años, terminar-.
Gracias por leerlo.

Besitos a las dos!!!!