viernes, 25 de julio de 2008

Capítulo 12

Estuvieron media hora discutiendo y riéndose. El juego había terminado. Era tarde y tenían que irse a dormir.
- Cielo, apago el ordenador y te llamo, vale.
- Sí, pero llámame en media hora.
- Vale, dentro de media hora te llamo.
Apagaron el ordenador. A la media hora tal y como habían quedado Patris llamó a Anne.
- Cielo, te he pillado, eh!
- Sí, sí, sí. Lo admito, has sido más lista que yo.
- Claro, cielo. La experiencia es un grado!
- Ah es verdad, señora!
- Jajajaa, ahora soy señora!
- Sí, claro, eres mucho mayor que yo.
- Por cierto, ahora que hablas de la edad. Te importa que sea quince años mayor que tú?
- No, no me importa.
- Piensa que cuando tenga 65 tú tendrás 50.
- Y?
- Pues eso que me jubilaré.
- Mejor, así te tendré siempre en casa!
- No sé, no sé.
- Sí, y te cuidaré.
- No sé, no sé.
- Sí, y tú presumirás de mí.
- Claro y tú de mí, de lo bien que estaré conservada!
- No sé, no sé -le dijo Anne-.
- Anne...
- Dime.
- Te quiero. Cielo. Cada día siento más por ti.
- Yo también te quiero.
- Oye Anne y cuando nos volvemos a ver?
- No sé. Está complicado, creo.
- Complicado?
- Sí, tú trabajas y yo estudio. Dependo de mis padres y no puedo irme de casa así como así. No puedo decirles a mis padres que me voy a Valencia.
- Ya lo sé, cielo. Sé que va estar complicado y que igual pasa mucho tiempo de aquí a que nos volvamos a ver.
- Sí.
- Sabes...
- Dime.
- El día que menos te lo esperes me presento en Zaraguays como dices tú.
- De verdad?
- Sí.
- Patris...
- Dime.
- Te quiero y deseo con locura que llegue ese día.
Estuvieron hablando durante diez minutos más. Eran ya las tres y media de la mañana. Una vez más el tiempo se les había pasado volando. Como siempre les costaba despedirse. Así que como ya era costumbre en ellas, contaron hasta tres y colgaron al mismo tiempo.
Patris cerró los ojos y empezó a darle vueltas a la cabeza. Quería volver a ver a Anne y quería que fuese lo más pronto posible. Entonces pensó qué podía hacer para poder ir a Zaragoza a verla. Y de repente se le ocurrió. Le daría una sorpresa a Anne, el fin de semana siguiente. Lo tenía decidido.
Pasaron los días y Patris estaba decidida a llevar su plan a cabo. Pero no le iba a decir nada a Anne. Quería que fuese una sorpresa. Lo había planificado todo minuciosamente. Había pensado preguntarle a Anne si iba a salir el viernes. Si le decía que ella tenía que trabajar, Anne saldría con sus amigas. Pero necesitaba una cómplice para que su plan pudiera llevarse a cabo. Así que decidió llamar a Sandra.
- Hola.
- Hola, Patris, qué sorpresa!
- Oye, necesito que me hagas un favor!
- Un favor?
- Sí, necesito que el viernes por la noche, hagas todo lo posible para que Anne salga de marcha.
- Y eso?
- Es que voy a ir a Zaragoza y le quiero dar una sorpresa.
- Vas a venir a Zaragoza?
- Sí, voy a ir. Por eso quiero que salgáis y naturalmente me digáis en qué sitio vais a estar. Y así de repente me presento.
- Joer, Patris! Hay que ver lo que eres capaz de hacer por Anne.
- La quiero con locura. La quiero volver a ver. Me ayudarás?
- Claro, claro. Vaya, ya tengo ganas de que llegue el viernes!
- Bueno, quedan dos días!
- Es verdad! Me estoy emocionando sólo con pensarlo.
- Sandra.
- Dime.
- Pero por favor, no le digas nada a Anne, vale?
- No, tranquila. Aunque espero que no se ponga cabezota y le de por decir que no sale porque quiere quedarse en casa para hablar contigo por el messenger.
- No, tranquila. Le diré que trabajo y que no me podré conectar. - Vale.

2 comentarios:

JD dijo...

ostras que intriga y que sorpresonnn me jode irme de vacaciones solo por no seguir la historia...un beso

Anónimo dijo...

joderrrrrrr siempre nos dejas en lo mejorcillo jodiiaaaaa a ver si nos vemos x msn wapiii,muy chulos los nuevos,a ver k pasa cuando se vean.besiiis