lunes, 17 de noviembre de 2008

Capítulo 6

Patri abrió el messenger para ver el correo. Tenía una carta de Tatau. La abrió y empezó a leerla. Sonrió. No le extrañaba lo que ponía. Ya se había imaginado que le había mentido. Esbozó una sonrisa cuando al final de la misiva le ponía que “espero que podamos seguir hablando”.
Decidió contestar la carta. Pensó que Tatau cuando llegara a casa lo primero que haría sería abrir el correo para saber si tenía una carta suya o no. Así que la escribió. Le dijo que no se había sorprendido, le contó lo que le pasó con su amiga Lola y se despidió diciéndole que no pasaba nada, que le había gustado que se hubiera sincerado y que ya hablarían por el messenger del tema.
Esa noche no sabía si se iba a conectar o no. Había quedado para cenar con unos amigos. Y seguramente, como pasaba siempre, volvería a casa a las tantas. Pero no fue así. La noche terminó mucho más pronto de lo que ella se imaginaba. Sus amigas estaban cansadas y no querían hacerlo largo. Así que a minutos antes de la una llegó a casa. Dudó un par de minutos si conectarse o no. Estaba cansada y al día siguiente tenía una dura jornada. Pero por otro lado, quería conectarse. Saber si Tatau estaba o no conectada. Así que dejó el abrigo en el armario de su habitación y se fue al cuarto pequeño. Encendió el ordenador, se conectó a internet y abrió el messenger.
Tatau estaba conectada. Fue ella la que le envió el mensaje instantáneo. Se saludaron. Tatau lo primero que le dijo tras saludarla fue perdón. Patri le puso el icono gestual de la risa. Y le dijo que no volviera hacerlo. Que si le volvía a mentir no volvería hablar con ella. También le dijo que sino quería contestar alguna pregunta que no lo hiciera, prefería eso a que le contara una mentira.
- Hola -le dijo Tatau-.
- Hola -le contestó Patri-.
- Perdona, lo siento.
- Tranquila, ya me has pedido disculpas en la carta. Me conformo con que no lo vuelvas a hacer.
- No, no lo haré.
- Vale. Espero que sea así. Ya sabes que prefiero a que no me contestes a que me cuentes una mentira.
- Gracias.
- Bueno ya está. Tema cerrado.
- Así que eres camarera, que trabajas en una bar.
- Sí. Trabajo en un bar.
- ¿Y desde hace tiempo?
- Sí, ya hace un par de años.
- Vaya. Y tienes 22 años, ¿no?
- Sí.
- Y puedo preguntarte ¿por qué te dejaste de estudiar?
- Si. Porque se me cruzaron los cables. La verdad es que me hubiera gustado seguir estudiando.
- ¿Y qué hubieras estudiado de no habértelo dejado?
- Hubiera estudiado idiomas. Alemán. Y me hubiera ido a Alemania.
Pasó el tiempo. Eran más de la cuatro y media de la madrugada. Se despidieron. Patri, cuando iba a cerrar el messenger. Le dijo a Tatau.
- Perdona, te puedo pedir una cosa.
- Sí.
- Me gustaría, si te parece bien, que me dieras el número de teléfono. Para hablar contigo.
- ¿Mi número de teléfono?
- No, que va! El tuyo no, el de tu vecina. ¿El de quien va a ser? Me gustaría hablar contigo, saber cómo es el timbre de tu voz.
- Ya. Es que... te da igual si me lo das tu a mí y yo te llamo.
- Vale, me da igual.
- Es que cogeré el teléfono a mi madre y te llamo de él.
- Vale. Entonces... hablamos ahora o lo dejamos para otro día.
- Es tarde, pero bueno, podemos hablar un ratito.
Patri le dio su número de teléfono. Y a los cinco minutos Tatau le estaba llamando. Se dijeron hola, las dos estaban cortadas. Pero al cabo de un minuto ya estaban hablando de lo más normal. Pero no estuvieron hablando cinco minutos, ni diez. La conversación se prolongó por espacio de media hora. Se desearon las buenas noches y se despidieron.
Patri se acostó. Le había gustado la voz de Tatau. No era una voz conocida, pero esperaba que con el tiempo sabría quien se escondía tras esa voz.
Eran las tantas. Apenas le quedaban tres horas para dormir. Pero no tenía sueño. No. Ni tampoco tenía ganas de dormirse. Cerró los ojos. Y siguió recordando la voz de Tatau. Le había gustado. Y también su risa. Y ella, qué estaría haciendo. Se habría dormido o estaría pensando también, como ella.
Sonó el teléfono de nuevo. Se sorprendió. Miró la pantalla y era ella. De nuevo la llamaba. Qué había pasado. Por qué volvía a llamarla. Sonrió. Descolgó el teléfono. Estuvieron hablando media hora otra vez. Después se despidieron, aunque no querían hacerlo. Ni ella ni Tatau. Si por ella fuera, se hubiera quedado hablando dos horas más. Pero no podía ser. Tenían que despedirse. Les volvió a costar hacerlo. Al final decidieron contar hasta tres y colgar.
Esbozó una sonrisa tras dejar el teléfono encima de la mesilla de noche. Le sorprendió la sensación que estaba sintiendo. Sólo la había sentido una vez, la que tuvo hace años con Teresa. Sí, era la misma y lo sabía. Y sabía lo que podía suponer eso. Pensaba que no podía pasar, que no debía pasar. Pero era algo que no podía evitar. Pero tenía que intentar evitarlo. ¿Pero podría, podría evitarlo? Si no podía, sólo había una solución para evitar que esto fuera a más. Dejar de hablar con ella, por el messenger y por teléfono. Pero no quería hacerlo. No, no quería y no lo iba a hacer. Pensó que lo mejor es que el tiempo decidiera qué iba a pasar.
Le costó coger el sueño pero al final se durmió. Apenas tenia dos horas para dormir.

12 comentarios:

Mía dijo...

Me ha gustado mucho el capítulo! PEro a la pobre Patri le van a salir unas ojeras de dormir tan poco jeje.

Besitosss!

Mía dijo...

Me ha gustado mucho el capítulo! PEro a la pobre Patri le van a salir unas ojeras de dormir tan poco jeje.

Besitosss!

Mía dijo...

Me ha gustado mucho el capítulo! PEro a la pobre Patri le van a salir unas ojeras de dormir tan poco jeje.

Besitosss!

Suassi dijo...

jajajaa, ya lo veo, pero con un comentario sobraba, mujer!!!!


Besets

Anónimo dijo...

Esta naciendo algo.... que será?

Anubis dijo...

Prefiero que cortes la novela y nos dejes con las ganas de más....jejejjejj

Anónimo dijo...

Se respira amor en el ambiente??? Ya veremos... =)

Besicos ^^

Anónimo dijo...

Te voy leyendo Suassi, aunque nte comente. Mukas!

Beatrice dijo...

EStoy super enganchada!!!!!!!!!!

Canby dijo...

A la espera asiq no hagas caso a anubis q la mala nos quiere dejar a medias.Anubis eres malisima jajaja

Anónimo dijo...

Cuantos buenos sentimientos...que paz

Yedra dijo...

yo leo al revés, pero es que creo que ya quiero seguir y seguir más adelante, no puedo retroceder!
Me gusta
Un besote
Yedra