Entre dos aguas

Entre dos aguas me encuentro. A veces pienso en nadar hasta la orilla, pero no sé a qué parte de ella. Mi velero va a la deriva pero sé que al final llegará a buen puerto.
Entre dos aguas voy, y no sé qué camino elegir. El de la izquierda me atrae, siempre me ha atraído. Desde hace años. El de la derecha es más novedoso y pasa desapercibido. No sé, la verdad, por cual decidirme.
Entre dos aguas, y creo que así seguiré durante un tiempo. Porque ahora creo que la mejor es esperar a ver qué ocurre. A que sea el agua la que decida por mí a qué lado de la orilla es a la que debo ir. Y ese agua, seguro que hará que mi velero llegue a buen puerto.