sábado, 7 de junio de 2008

Da qué pensar

Hace unos días una persona querida se fue. Era consciente de que le quedaba poco tiempo y de lo que quería hacer. Así que decidió empezar a despedirse de todos.
El martes no se encontraba bien. Le costaba respirar. Su hijo se temía lo peor. Ella consciente de su situación decidió lo que iba a hacer. Empezó a despedirse de todos. Sabía que le quedaba poco tiempo. Quería hacerlo. Quería dormir. No quería sufrir. Así que cuando la enfermera la estaba atendiendo le pidió que le pusiera una inyección para dormirla. Quería dormir, no quería sufrir. Así que la enfermera se lo comunicó a su hijo y a su marido. Les dijo que ella quería dormir. Ellos aprobaron la decisión. No querían verla sufrir. Así que decidieron que la enfermera la pusiera la inyección. Mientras esta iba hacer efecto, su hijo y su marido le dijeron lo mucho que la querían. Se durmió. La enfermera la explicaba al hijo que igual a media noche se despertaría y qué es lo que tenía que hacer si eso ocurría. Le explicó que si tenía dolores le pinchara morfina para mitigar el dolor. Y mientras la enfermea le decía cómo lo tenía que hacer su corazón dejó de latir. Se había parado.
Unas horas antes, pidió el teléfono de una amiga. Hacía tiempo que no hablaban. Algo había pasado y ella sentía la necesidad de pedirle perdón por si había hecho algo que le hubiera molestado, aunque en el fondo tenía la conciencia tranquila, porque no había hecho nada por lo menos conscientemente. Así que cogió el teléfono y le dijo que la perdonara si le había hecho algo que la hubiera molestado. Y se despidió de ella.
Horas más tarde, su amiga supo que ella había muerto.
En el tanatorio su amiga no podía dejar de llorar.
Un gran nudo en la garganta me ahogaba. Qué mal lo estaría pasando esa amiga, que por alguna tontería había dejado de hablarle. Y que fuerte que ella decidiera antes de marcharse pedirle perdón. Querer la reconciliación. Cada vez que lo pienso se me pone la carne de gallina.
Eso me ha hecho pensar qué haría yo si supiese que me quedan pocas horas de vida. Si sería capaz de despedirme de todos mis seres queridos. Si sería capaz de llamar a esa amiga que por hache o por be, hubiera dejado que nuestra amistad se fuera marchitando.
Sé que si me quedaran unas horas de vida. Me despediría de los míos. Les diría lo mucho que les quiero. También llamaría a mis amigos para despedirme de ellos.
Pero también me pregunto si me gustaría saber si me quedan unas horas. Si sabiéndolo sería valiente para decir que me durmieran para no sufrir. Para no sentir dolor. Sé que cerrar los ojos me daría miedo. Mucho.
No quiero pensar en ello. Cuando tenga que ser será.
Recuerdo el año pasado, cuando le comentaba a mi madre que las tres semanas de vacaciones que tenía las iba a dedicar a viajar. Primero me iría a Roma, después a Mallorca y la última semana a Barcelona. Recuerdo perfectamente lo que me dijo mi madre. Lo que seguramente dirían la mayoría de sus madres a sus hijos. Haz un viaje pero también ahorra. Arreglate la casa, la cocina, el baño, la habitación, etc. Eso es lo que me dijo. Y yo le contesté que trabajaba de lunes a lunes y que quería desconectar de todo el mundo. Así que iba hacer los tres viajes. Le dije también que ahora sabía que estaba bien, pero que tal y como está la vida ahora, nunca sabes lo que puede pasar dentro de un rato, mañana o pasado.
Iba a trabajar. A ver un partido de fútbol. Iba con mi moto. Y de repente un coche se cruzó delante de mí. Me dio tiempo a tirarme de la moto para no empotrarme en él. Tuve la mala suerte de darme con el bordillo de la acera. Y la buena suerte de llevar un casco bueno. No de esos de medio huevo, porque si hubiera llevado uno de esos, seguramente ahora no estaría aquí escribiendo.
Cuando estaba en el hospital llegó mi madre. Y le dije, ves de qué me hubiera servido el dinero en el banco? Y que iba a disfrutar de la vida porque nunca sabes cuando te va a tocar. Así que es mejor vivir el momento, disfrutar de los tuyos y recordarles que les quieres. Decir te quiero es fácil, pero a veces nos cuesta decirselo a quienes estan siempre a nuestro lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso post Suas, sabes lo que tienes que hacer? decir a todos los tuyos q los quieres, no esperar a que nos digan q estamos malos. Sigue así,sabía que escribirías bien.

Suassi dijo...

Gracias, Tanais. Aunque no sé, de momento aparte de ti, y de alguien que dejó un comentario a unos de mis post, nadie más ha escrito.

Así que no sé si poner un anuncio en Cuatro, Tele 5, Antena 3, TVE, Canal 9, TV3, La Sexta, Telemadrid, Euskal Televiska..

Pero bueno, sabes que me gusta escribir, así que voy a seguir haciéndolo.

Besitos