jueves, 8 de diciembre de 2011

El destino era nuestro

Allí estaba ella, asomada en la cubierta del barco. Miraba el horizonte viendo un atardecer rojizo. Nunca lo había visto así. Era precioso. Tras varios minutos observándolo escuchó un ruido y se giró. Allí estaba ella. Una chica con una sonrisa impresionante, que miraba como unos niños jugaban en el suelo. Se quedó embobada, mirándola. Se dio cuenta y apartó la mirada rápidamente. No sabía si la había visto o no, pero sintió un calor en su cara y que se ponía colorada. Decidió volver a mirar el horizonte. Pero había una fuerza superior que la impulsaba a volver a girarse hacia donde estaba esa chica con esa sonrisa tan especial.
Era la hora de la cena. Y se dirigió a la mesa que tenía asignada. La compartía con una pareja de ancianos, con dos chicos jóvenes y con una pareja de recién casados. Durante la cena hablaron de cosas intrascendentes. Los ancianos explicaban que todos los años hacían un crucero. Los chicos jóvenes iban a la suya, a uno de ellos le había tocado el viaje y como eran muy buenos amigos habían decidido hacerlo juntos. La pareja de recién casados evidentemente estaban de luna de miel. Y ella, qué hacía en ese crucero. Simplemente le apeteció hacerlo esas vacaciones.
Terminó la cena y se acercó al mostrador de información para ver qué podía hacer esa noche. La chica que estaba en él le informó que podía ver un espectáculo de mágia y monólogos. O también podía ir a la discoteca del barco. Pensó que mejor era ir al espectáculo. Le atraía más la idea. Así que se dirigió a la sala donde se hacía. Se sentó en una mesa. No estaba cerca del escenario pero tampoco estaba lejos. Se acercó el camarero y le preguntó qué quería tomar. Pidió una coca cola. Minutos después alguien se acercó a la mesa.
- Hola, me puedo sentar?
Sin mirar respondió que sí.
- Sí.
- Qué tal?
Se quedó parada. No se lo podía creer. Se habia sentado a su lado la chica que había visto en cubierta.
- Muy bien, aquí a ver qué tal está el espetáculo.
- Soy Sonia.
- Y yo Andrea.
El espectáculo empezó y empezaron a verlo. Al terminar el mago, las dos comentaron que les había gustado mucho. Después salió la monologista, y se rieron mucho.
- Qué bien ha estado, verdad? -dijo Sonia-.
- Sí, la verdad es que sí. -contestó Andrea-.
- Bueno, y ahora que vas hacer?
- Pues nos sé, supongo que dar una vuelta por el barco. Y tú?
- Bajaré a la discoteca a bailar un poco. Te vienes?
- Bueno, vale.
Las dos se fueron en busca de la discoteca. La encontraron dos pisos más abajo.
Sonia empezó a bailar y Andrea la miraba. No podía evitarlo. La sonrisa de Sonia la había embrujado. Sonia se giró hacia Andrea y le hizo un gesto con la mano para que se animara a bailar. Empezó a sonar una canción de salsa y las dos bailaron juntas. Cada vez que sus cuerpos se rozaban, Andrea sentía una extraña sensación. Sonia no paraba de sonreír. Durante un par de horas estuvieron en la discoteca bailando. Después se despidieron.
Al día siguiente llegaban a Atenas. Había una excursión programada, pero Andrea no tenía ganas de ir corriendo de un lado para otro para ver los monumentos. Porque tenían tan poco tiempo para verlos, que pensó que no valía la pena, y que se iba a quedar en el barco. Y así lo hizo.
Sonia tampoco hizo la excursión. También se quedó en el barco.
Andrea estaba sentada en cubierta, mirando el paisaje. De repente oyó que alguien se acercaba a ella y la saludada.
- Hola qué tal? No has ido hacer la excursión? -dijo Sonia-.
- No, no tengo ganas de ir a correprisas de una lado para otro sin que me de tiempo a disfrutar de las maravillas de Atenas -dijo Andrea-. Así tengo la excusa de volver a Atenas en otra ocasión.
- La verdad es que sí, es una buena excusa para volver. Es la primera vez que haces un crucero?
-Sí, es la primera vez. Hacía tiempo que quería hacerlo. Y este año por fin lo he podido hacer.
- Para mí también es el primero.
- Y bueno, a qué te dedicas?
- Soy funcionaria, trabajo en un juzgado. Y tú?
- Tengo una pequeña empresa que organiza eventos, bodas, comuniones, cumpleaños.
- Ah muy bien, no? Seguro que tu trabajo es más divertido que el mío.
- Bueno no sé, aunque trabajar en un juzgado tampoco será nada aburrido.
- No te creas, estamos rodeados de montones y montones de papeles.
Estuvieron hablando durante un par de horas. Se hizo la hora de comer y decidieron compartir mesa y mantel.
- Te puedo hacer una pregunta -dijo Sonia-.
- Bueno, si no es muy difícil, sí -respondió Andrea-.
- Y cómo es que has venido sola al crucero?
- Porque me gusta viajar y no me importa viajar sola. Y tú?
- Hace unos meses que he roto con mi ex y teníamos programado este viaje. Lo había pagado ya y no quería perdermelo. Así que aquí estoy.
- Y tú ex?
- Mi ex, se ha quedado en tierra.
- Llevábais mucho tiempo juntos?
- Sí, llevábamos siete años juntas.
Andrea se quedó callada aunque en su rostro se dibujó una pequeña sonrisa.
- Bueno, ya sabes, lo que no deja hay que dejarlo.
- Sí, la verdad es que sí, pero a veces no sé por qué motivo alargamos las cosas en vez de poner remedito cuando toca.
Terminaron de comer y se marcharon cada una a su camarote. Por la tarde no se vieron. Coincidieron por la noche, cuando iban a entrar en el comedor. Decidieron hablar con el encargado del restaurante y decirles si podían compartir la misma mesa. No tuvieron ningún problema. Se sentaron juntas. En la mesa había sitio para dos personas más, pero nadie se sentó en ella. Eso les permitió hablar y conocerse un poco más.
- Bueno y qué te apetece hacer ahora -dijo Andrea-.
- No sé, te apetece que vayamos a bailar un rato -contestó Sonia-.
- Vale, a bailar se ha dicho.
Entraron en la discoteca y empezaron a bailar. Andrea se sentía muy agusto. Sonia era simpática, una chica encantadora que le hacía sonreír con solo mirarla.
Sonó una canción de salsa y empezaron a baila juntas. Sus cuerpos se rozaban y Andrea sintió un calor en el suyo. Sentía vértigo al rozar el cuerpo de Sonia. Sonia parecía que disfrutaba, y cada vez se arrimaba más.
- Perdona, ahora vuelvo -dijo Andrea-.
- Te pasa algo?
- No, voy al aseo.
- Quieres que te acompañe?
- No, gracias. Ahora vuelvo.
Andrea salió de la discoteca. Su cuerpo temblaba estaba muy nerviosa. Sonia le hacía sentir cosas que antes no había sentido.
- Hola, por fin has vuelto! -dijo Sonia-.
- Sí, necesitaba tomar un poco de aire! -contestó Andrea-.
- Un poco de aire y eso?
- Porque hace mucho calor.
- Sí, la verdad es que sí que hace. Volvemos a la pista a bailar.
- Vale, venga ya estoy recuperada.
Tras un par de canciones sonó una lenta. Las dos se quedaron mirándose y se cogieron para bailarla. Bailaron y poco a poco sus cuerpos se fueron acercándose más y más. Andrea sentía fuego en su interior, su corazón estaba acelerado. Sonia tenía apoyada su cabeza en el hombro de Andrea, con los ojos cerrados. Terminó la canción y se quedaron durante unos segundos cogidas.
Después se soltaron y se sentaron en la mesa.
- Te apetece tomar algo? -dijo Sonia-.
- Sí, por favor, algo fresco -dijo Andrea-.
- Estás muy acalorada no?
- Sí, lo estoy y creo que tú tienes la culpa.
- Yo?
- Sí, tú.
- Te apetece que vayamos a un sitio más tranquilo -dijo Sonia-.
- Y a ti? -respondió Andrea-.
- A mí sí.
- Y dónde vamos?
- A mi camarote o al tuyo -contestó Sonia-.
- Quieres que vayamos a tu camarote?
- O al tuyo, me da igual -contestó Sonia-. Y a ti?
- También.
Salieron de la discoteca y al final se marcharon al camarote de Sonia. Nada más cerrar la puerta, Sonia se acercó a Andrea y la besó. Empezó a acariciarle los pechos y a despojarle de la camisa de seda que llevaba.
(Continuará)

5 comentarios:

Unknown dijo...

Vaya... me has dejando intrigada :S
Esperaré otro capitulo

TRUE ][...

Suassi dijo...

Me alegro de haberte dejado intrigada, eso supongo que significa que te ha gustado. Espero que sigas así en las próximas entregas.

Besets

Dinarama dijo...

Ya me has enganchado :D
Me encanta la historia!!

Anónimo dijo...

Espero que la historia termine como se merece, Sonia!
Digo...Suassi.

Un beso
Elsy

Suassi dijo...

Dinarama: Me alegro de que la historia te haya enganachado. Espero que siga siendo así. Hoy dejo el segundo capítulo. Espero que te siga gustando!

Elsy: Intentaré que termine como merece. Aunque aún me queda mucho para sabe cómo será el final.
Y sí, soy Suassi.
Gracias por seguirme!

Besets