lunes, 29 de septiembre de 2008

Adiós, Alabau, adiós!!!!

Me acaban de dar una gran noticia. Ya tengo fecha para el juicio, que será a primeros de diciembre. Pero lo mejor de todo, no es que por fin se celebre el juicio, que ya era hora!!! Lo mejor de todo es que mi quería "amiga" Laura Alabau no será la juez que lo lleve a cabo. Así que por fin puedo decir eso de "adiós, Alabau, adiós!". Como os podéis imaginar estoy muy contenta. Aunque en el fondo me hubiera gustado que hubiera seguido al frente del mismo, y haber tenido la oportunidad, llegado el caso, de haberla empapelado por prevaricación de sus funciones. Y por qué, porque hubiera podido demostrar que mala fe. Y además hubiera sido portada otra vez de los medios de comunicación, porque puedo hacerlo.
Pero como dice una amiga, mejor así. Y claro, si te paras a pensar, sí que es mejor así... Pero es que a mí me va la marcha, jajaja.
En fin, que nada, que estoy contenta por eso. Por que por fin ya me ha salido el juicio y podré recuperar el dinero que me tocó sacar del bolsillo y encima hacerme con unos cuantos miles de euretes que en navidades no me vendrán nada mal!!!!!

Besets

jueves, 25 de septiembre de 2008

Capítulo 30

- Hola.
- Hola Laura.
- Hola Anne.
- Bueno, pues ya te has salido con la tuya. Ya estamos hablando.
- Sí... aunque...
- Qué?
- Perdona, es que pensaba que eras otra persona.
- Cómo que otra persona, no te entiendo.
- Sí, pensaba que eras mi ex. Pensaba que era mi ex que se estaba haciendo pasar por otra y que me había dado la dirección de otra cuenta.
- Vaya, qué imaginación tienes!
- Sí, verdad.
- Sí. Oye y por qué crees que era tu ex?
- Por la forma de expresarse. Bueno, la verdad es que no se expresa igual, pero por la forma de escribir.
- No te entiendo.
- Sí, mi ex escribe bien, no comete faltas, no recorta las palabras y además algunas expresiones son tan parecidas.
Su no sabía que decirle. Se había dado cuenta de que Anne no era tonta. Pero supo reaccionar.
- Bueno, pues ya ves, no soy tu ex.
- Ya, ya me he dado cuenta.
- Bueno, ahora te tengo que dejar, me has pillado haciendo una cosa.
- Oye, Laura.
- Dime.
- Te molesta si te llamo otro día?
- A ver, preferiría que no. Preferiría seguir hablando contigo por el messenger.
- Ya. Vale, pues seguiremos hablando por el messenger.
Una vez que colgaron, Su le hizo una perdida a Patris. Patris enseguida que recibió la perdida la llamó.
- Hola.
- Hola, dime, has hablado con ella?
- Sí, pero maja, tu ex no es tonta.
- Por qué dices eso.
- Porque me ha dicho que se pensaba que eras tú y se ha sorprendido al oír mi voz.
- Ah sí?
- Sí. Te conoce demasiado y hay cosas que no las puedes ocultar. Aunque se ha quedado bastante sorprendida al escucharme.
- Ya.
- Patris...
- Dime.
- De todas formas, prefiero no volver hablar con ella. Tienes que decirle que eres tú.
- No, eso no lo puedo hacer. No le puedo decir que soy yo.
- Pues algo te tienes que inventar, maja.
- No te preocupes, ya lo arreglaré. Muchas gracias por hacerme el favor.
- De nada. Ya sabes que no me podía negar.
- Ya, pero te he puesto en un compromiso y sé que te ha costado dar el paso.
Se despidieron. Patris sabía que no estaba actuando bien y que su amiga Su le había hecho un gran favor a pesar de no estar de acuerdo.
Anne tras colgar no dejaba de darle vueltas a la cabeza. Estaba equivocada Laura no era Patris. Aunque ella hubiera jurado que Laura y Patris eran la misma persona. Pero al oír la voz de Laura se quedó muy sorprendida. De todas formas no las tenía todas consigo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Capítulo 29

- Hola, qué tal?
- Bien y tú?
- Vaya qué sorpresa!
- Su, tengo que contarte algo. Es que necesito contárselo a alguien y como nos hemos hecho buenas amigas y tú conoces toda la historia me gustaría que me dieras tú opinión.
- Dime, qué te ha pasado?
- Me ha llamado Anne.
- Te ha llamado Anne, no me digas!
- Sí.
- Y qué quería.
- Quiere venir a verme.
- Y eso?
- Dice que necesita venir a verme.
- Patris y qué le has dicho?
- Que sí, aunque ahora iba muy liada con el curro y que ya le llamaría un día cuando supiera que tenía un fin de semana libre para que se viniera.
- Ay maja, mira que eres!
- He hecho mal?
- Es que creo que no le tenías que haber dicho eso.
- Ya. Su pero es que me gustaría verla. He visto su llamada, he escuchado su voz...
- Me imagino lo que has sentido, pero no creo que sea la mejor forma para que logres olvidarte de ella.
- Pero ya sabes que te he dicho que la quiero.
- Ya maja! Pero sabes lo que te hizo.
- Bueno, que no sé, que cuando vea que estoy preparada le diré que puede venir.
- Patris, me extraña que no le hayas dicho que vaya este fin de semana.
- Pues he estado tentada.
- Me imagino.
- Su...
- Dime.
- Igual es una tontería pero se me ha ocurrido una idea.
- Uyyy, tus ideas me dan miedo.
- A ver, te explico. Sé que Anne sigue entrando en el chat. Porque yo también entro aunque con otro nick.
- Sí.
- Un día me pidió la dirección y me abrí otra cuenta en el messenger para poder hablar con ella sin levantar sospechas.
- Y? No te entiendo.
- A ver te explico.
- Sí maja, explícate!
- A ver, hace un par de días que me pide mi número de teléfono para que hablemos.
- Y?
- Y he pensado que le podría dar, si quieres claro, tu número y que seas tú la que hables con ella.
- Qué dices?
- Pues eso. Es que quiero saber si siente algo por Laura, que es el nombre que le he dado.
- Ya maja, anda que!
- Y he pensado que tú puedes hablar con ella, para saber por qué está tan interesada en hablar conmigo.
- Querrás decir con Laura.
- Sí, eso con Laura.
- No sé no creo que esté bien.
- Por favor. Necesito saberlo.
- Patris no me pidas eso! Maja cómo eres!
- Te lo pido por favor.
- Pero me pillará y se dará cuenta de que no soy Laura.
- No, tranquila, tu eres una chica lista y no lo hará. Te contaré todo lo que le he dicho, te lo contaré todo para que sepas de qué hablar.
- Maja pues no sé.
- Te lo estoy pidiendo por favor.
Su al final le dijo que sí. Tanto insistió Patris que no puedo negarse. Ella también le había ayudado mucho justo en esos momentos en los que estaba pasándolo mal. Así que aceptó. Patris le contó todo lo que le había contado a Anne haciéndose pasar por Laura. Así que un par de días después Patris en el messenger le dio a Anne el teléfono de Su. Anne no lo dudó un instante y la llamó.

lunes, 22 de septiembre de 2008

A petición popular, mi carta a la Alabau

A petición popular, es decir, porque parece que os interesa leer la carta que le escribí en su día a la jueza Alabau, tras negarse a casar a dos chicas -dos amigas mías- y ser la primera jueza de España que interponía recurso de inscontitucionalidad a la ley de matrimonio homosexual.

Ahí va, mi cartita, con el titular con el que se publicó en el periódico:

Cumpla la Ley, que para eso es jueza, y si no dimita de su cargo

Que los homosexuales tienen pleno derecho a casarse es una realidad desde que el pasado dos de julio salió publicada en el BOE la reforma de ley del Código Civil aprobada por el parlamento español por mayoría. El hecho de que una jueza de Dénia, Laura Alabau, se haya negado a casar a dos mujeres, me parece una total barbaridad. Y lo es porque como jueza es la primera que debe hacer cumplir las leyes. Puede estar a favor o no del matrimonio entre homosexuales, pero no puede negar el derecho a dos mujeres o dos hombres a casarse, porque la ley lo marca así. Si no quiere cumplir la ley, mejor será que dimita de su cargo y no sea jueza de un registro civil, porque entre otras cosas, en el registro civil se van arreglar los papeles para contraer matrimonio. Porque su obligación es que la ley se cumpla y ahí usted ha fallado planamente.
Su negativa se basa en que el matrimonio homosexual puede ser anticonstitucional. El artículo 32.1 de la Constitución Española dice que “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica”. Si hacemos una lectura objetiva de lo que recoge el artículo veremos que en ningún momento especifica que tenga que ser entre un hombre y una mujer. Todo lo contrario, señala que tanto hombres como mujeres tienen derecho al matrimonio sin especificar que tengan que hacerlo OBLIGATORIAMENTE con una persona de sexo opuesto. Y por lo tanto, ¿no será usted la anticonstitucional, señora Alabau?
Podría pensar por otro lado que la jueza en cuestión sólo quiere ser protagonista y saltar a la palestra para darse a conocer. O tal vez quiere ganar puntos para en un futuro -si es que vuelven a gobernar los de antes- ostentar un cargo importante dentro de la justicia española. Entonces, y con perdón de la iglesia, que Dios nos coja confesados.
Si por esta clase de personas fuera, el mundo no hubiera evolucionado y estaríamos estancados aun. Gracias a que el mundo evoluciona las personas de color tienen los mismos derechos, las mujeres podemos votar, y los homosexuales se pueden casar si quieren. Más valdría que jueces como ella -que creo que son muy pocos, o eso espero- intentarán aplicar la ley en otros temas que preocupan más a la sociedad y a todos los ciudadanos. Como por ejemplo el de la violencia de género. Ahí es donde la justicia tiene que intentar poner todos los recursos necesarios para que un/a maltratador/a cumpla la pena que se le imponga y no pueda volver a maltratar a su pareja. Y no negarse a que dos personas que se quieren y quieren compartir su vida, firmando un papel en el que pone que son matrimonio, no lo puedan hacer.
Rectificar es de sabios y espero que usted, señora Alabau, lo haga, recapacite y deje de tocar las narices a personas que tienen todo el derecho del mundo a decidir qué quieren hacer con su vida y con quién quieren compartirla. Y si no lo hace, espero que tenga la dignidad de dimitir de su cargo o en cualquier caso, solicito el cese de una persona que ha puesto en el candelero a Dénia. Una ciudad abierta que parece que sólo se da a conocer al mundo por las cosas negativas que pasan. Y la mayoría de los dianenses estoy segura de que no aprueban su actuación.
Haga justicia y cumpla la ley, que para eso es jueza. Y si no está capacitada para ello, abandone y deje que otros ejerzan su profesión como es debido. Váyase señora Alabau, váyase y deje en paz a una ciudad que no quiere gente que coarte la libertad de sus ciudadanos. Porque usted, por si no se ha dado cuenta, ha coartado la libertad y la elección libremente de dos mujeres que se quieren a ejercer su pleno derecho, el derecho al matrimonio. Un derecho que ya es una realidad desde el pasado 2 de julio de 2005. O que debería ser una realidad desde ese día.

viernes, 19 de septiembre de 2008

A mi "amiga" Laura Alabau

Joer, es la octava vez que intento escribir este post. Y no sé si tiene "poder" también en la blogesfera! Sólo me faltaba eso! Vaya tela!
Bueno en primer lugar deciros que cuando leáis este post sabréis exáctamente donde vivo. Porque sí, evidentemente una de mis "conciudanas" es ella. Hay que joderse. Pero en fin, ha pedido el traslado a Valencia y espero que se vaya pronto y nos deje en paz.
Laura Alabau saltó a la palestra efectivamente por negarse a casar a dos amigas mías. Era la primera jueza que tras ser aprobada la ley del matrimonio homosexual se negaba hacerlo. Y claro, la noticia corrió como la pólvora por todo el país y por todo el mundo. Vamos que menuda publi nos hizo!
Le escribí una carta en el periódico en el que curro. En ella le pedía "amablemente" y con "buenas palabras" que se "largara" de aquí. Vamos que nos dejara en paz. Y bueno, ella ha seguido en sus treces. Ha seguido negándose a autorizar las bodas entre homosexuales, últimamente alegando de que si las parejas o uno de sus miembros no era español y en su país no estaban aprobados los matrimonios entre homosexuales.
Evidentemente la carta la firmé con mi nombre. Y claro lo normal es pensar que te va a empapelar. Mi madre me dijo que estuviera tranquila, que si me metía en la cárcel, me llevaría una lima dentro de un bocata (jajaja, me hizo mucha gracia).
El problema es que no cumple la ley, una jueza que no cumple la ley, cómo se puede confiar en ella? Si es la primera que se la salta a la torera. Y más cuando está encargada del registro civil, o sea, que lo que debe de hacer es tramitar los papeles y claro si no los tramita no hay bodas.
En la carta que le escribí le decía que lo que pensaba es que quería escalar posiciones en el mundo judicial y sigo opinando lo mismo. Claro, supongo que pensó que dando ese paso, el día de mañana podría ascender puestos porque los del PP podrían volver a gobernar España. O tal vez lo que quería era un puesto en la Generalitat Valenciana en la que gobierna el PP. En fin, que no iba mal encaminada. Ahora ha pedido el traslado a Valencia. Así que tiempo al tiempo.
Ay, mi "amiga" Laura Alabau, que hace atletismo y gana carreras en su categoría, y me la tengo que tragar sacándola en el periódico!!!!
Ayer vi las noticias, me quedé boquiabierta al ver que le "quitaban" la sanción de 305 euros, que en su día me pareció una sanción de risa. Iba a escribir en el periódico otra carta, pero tengo que tener cuidado y ahora os explico.
Tengo tanta suerte, que hace un año y pico tuve un accidente con la moto. Se me cruzó un coche. Estoy pendiente de juicio. Un juicio que me llevaré de calle, porque la culpa es del coche. Pero... a qué no os imagináis quien me ha tocado de juez? Síiiiiiiiiiiiiii, efectivamente, ellaaaaaaa. Vaya tela, eh!
Bueno podría escribir de ella más cosas. Porque casualidades de la vida, un día hablando con la novia de un amigo me dijo que "ella" había sido "íntima" de su hermana. Y joer alucinariáis si supieses qué hacia en su juventud. Sólo os puedo decir que era una chica antisistema y mira por donde...
También os podría contar, que hace años, se dejó a su hijo en el coche, bajó un momento para comprar no sé qué, y como estaba abierto se lo robaron. Lo triste es que dentro del coche estaba su hijo. Eso me parecer una putada.
En fin, que podría poner más y más cosas, pero a ver si empieza a "navegar" en la red y me "pesca" y entonces no gano el juicio ni de coña, y lo que me tienen que pagar, que es una pasta gansa, me toca pagarlo a mí.
En fin, que mi "amiga" Laura Alabau ha vuelto a salir a la palestra, y eso aquí no nos gusta nada. Ójala el recurso que se ha presentado salga adelante y no le quiten la sanción.
A ver qué pasa.

En una nube y orgullosa

Alguna vez os habéis sentido como si estuviéseis en una nube. Pues así es como me siento hoy. Hoy estoy muy feliz, no sé, reboso de felicidad por todos los poros de mi piel. Os explico, a ver si me entendéis.
He terminado de hacerle el regalo a "mi amor". Tal vez alguien piense que es una tontería, pero yo estoy contenta con el resultado final. No es nada del otro mundo, pero sí que es para mí algo muy especial porque está hecho con mucho amor. He intentado reflejar en él todo lo que me ha hecho sentir. Claro y estaréis pensando qué puñetas es. Es bien fácil, no sé exactamente como se llama pero es algo parecido a un pps. A ver, he escogido fotografías que tengo de ella, he intercalado una poesía que le escribí y le he puesto una canción que me encanta que es de Elton Jones y Blue. Y la verdad creo que ha quedado muy bien.
Se lo pienso dar el próximo jueves, que es su cumpleaños. No sé si le gustará o no. Tampoco espero que se quede boquiabierta y que por verlo se quede prendada de mí y se lance a mis brazos. No tampoco es eso.
Por qué lo he hecho? Es bien fácil. O eso creo yo. Lo he hecho primero porque me apetece que tenga un recuerdo mío. Es una forma de darle las gracias por hacerme revivir, sí por qué cuando la descubrí en aquella sala de teatro, mi corazón que estaba "muerto" volvió a latir. Por hacerme olvidar a mi ex. Porque estaba sumergida en una historia indirecta que me estaba matando. Yo era la otra y a mi ex su novia la maltrata. Al final ella decidó no dejarla y yo decidí dejarla a ella. Así se acabó la historia, aunque siempre pienso si alguna mañana cuando llegue al periódico me dirán que la han encontrado muerta por un mal golpe. Y eso no me dejaba vivir. Pero cuando conocí a "mi amor" cambió todo. Dejé de llorar, dejé de sufrir... y dejé de decirle cada vez que veía a mi ex si era feliz y que la seguía queriendo. Y eso es lo que le intento agradecer. Y nada mejor que hacerle algo especial, algo que pueda tener guardado y que alguna vez pueda ver y recordar lo que le hizo sentir a una chica, lo que me hizo sentir a mí. Y tal vez cuando sea viejecita lo vea, se dibuje en su cara una sonrisa. Esa es mi ilusión, que el día que lo vea, le emocione, le haga sonreír.
No sé si le gustará o no. Si querrá volverme a hablar o no. Pero sé que es sensible, una chica encantadora y que le llegará al corazón. Lo que tengo claro es que no hará ningún "comentario de texto", que es lo que me decía cada vez que le enviaba una poesía, pero al igual que sé que le gustaban porque decían cosas bonitas sobre ella, porque eran para ella, porque ella había sido mi fuente de inspiración.
En fin, que estoy feliz por cómo me ha quedado. Que estoy como una nube. Y ahora a esperar que llegue el jueves para dárselo. Uff, sólo de pensarlo ya empiezo a ponerme nerviosa!

P.D.: Tanais, gracias. Necesitaba que lo vieras y saber qué opinabas. Para mí es muy importante saber lo que opinas, lo sabes de sobra. Gracias por el sms que me has enviado.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El motivo

Ya sé el motivo por el cual "mi amor" no vino a la cena del sábado. Me lo explicó ayer. Estuvimos tres cuartos de hora hablando. Por fin, un ratito a solas con ella. Así que con mucho tacto le conté que me dijera qué tal la experenciencia de la inmersión. Me reí mucho escuchándola, es que lo relataba tan bien que ya me la imaginaba, a nueve metros bajo el agua. Y es que tendriaís que haberla visto, sus gestos, la expresión de su cara.... En fin, que me reía, la miraba, volvía a reírme, volvía a mirarla. Y ella seguía contándome su experiencia. Y yo escuchándola. Vale, se me caía la baba, para qué negarlo! En fin.
Después le pregunté qué le había pasado el sábado, por qué no había ido a cenar. Sabía que si no había ido, tenía un buen motivo, porque me había enviado sms diciéndome que iría, después cuando hablamos por teléfono me dijo que cenáramos que llegaba al café. Pero la cosa siguió complicándose. En fin, que acepté sus explicaciones. Ella me recordó que me debe una cena. Y le dije que esperaba que me la pagara antes de que terminara el año. En fin, ahora toca esperar. Me dijo de que me tendría que llevar a un buen restaurante, y le contesté que no hacía falta, que tampoco era eso, que el sitio daba igual, que lo importante era que me pagara la cena.
Después empezó a llega el resto de la gente. Habíamos quedado para jugar al pádel, en la urbanización de su padre. Y cuando llegó jm dejamos de hablar del tema. Nos pusimos a jugar al pádel. Durante dos horas y media pude estar cerca de ella. Me gusta observarla, disfrutar de todos sus gestos, sus movimientos. Es un encanto, tendriaís que verla cuando falla un punto, los botecitos que da, es como una niña.
Han quedado para jugar mañana. Yo no puedo ir. Pero bueno, supongo que volveremos a jugar el martes.
Por cierto, ya sé que es ella la que me acaricia por dentro. Sé que es ella de la que estoy enamorada.
Hoy he estado con mi fisio. He ido a la consulta. Me dolía la rodilla. Nada, me imagino que son cosas de la edad! (jajaja). Joer, ha habido un momento que me han dado ganas de lanzarme sobre ella. Cuando ha terminado la consulta. Se ha echado encima de la camilla. Le he dicho que si quería que le hiciera un masaje... Ayyyyy, la hubiera besado... pero como siempre, soy prudente o demasiado gilipollas.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Capítulo 28

Anne seguía pensando en ir a ver a Patris. Así que un día, después de darle muchas vueltas a la cabeza, decidió llamar a Patris, creía que era lo mejor. No quería presentarse en casa de Patris y que ésta le diera con la puerta en las narices.
Sonó el móvil. Patris miró la pantalla y vio que era Anne. El corazón le empezó a latir a mil por hora. Lo descolgó.
- Hola.
- Hola, Patris. Cómo estás?
- Bien y tú?
- Bien. Patris necesitaba llamarte.
- Para qué Anne?
La contestación no le hizo gracia a Anne. Le daba la sensación de que a Patris no le había gustado nada esa llamada. Pero sin embargo, le había descolgado el teléfono.
- Patris, puedo hablar contigo.
- Ya lo estás haciendo –le contestó un poco borde-.
Patris reaccionó, le pidió disculpas por haber sido tan borde.
- Perdona, no quería ser tan borde contigo. Dime qué quieres.
- No pasa nada. Sé que aun estás muy dolida conmigo.
- Sí, lo estoy. Pero el tiempo poco a poco va cicatrizando las heridas.
- Patris...
- Dime.
- Es que...
- Sí.
- He pensado en ir a verte.
- A verme?
- Sí. Lo he estado hablando con mi madre. Es que le he contado a mi madre lo nuestro. Se lo he contado todo. Estaba muy mal y necesitaba contárselo.
- Ya lo sé –nada más decir eso, Patris se mordió la lengua-.
- Cómo que ya lo sabes.
- Me refiero a que sé que estabas mal, sé cómo te quedaste cuando nos vimos por última vez.
Patris no quería decirle a Anne que su madre la había llamado un día. Si ella lo sabía ya se lo diría, pero ella no iba a decírselo. Porque su madre le pidió que no le dijera a su hija que la había llamado. Y Patris iba a cumplir la palabra que le había dado.
- Anne, me quieres decir que se lo has contado todo a tu madre?
- Sí, todo, todo, todo. Incluso que te puse los cuernos.
- Anne, no tenías que habérselo dicho.
- Sí, necesitaba contárselo.
- Pero lo de los cuernos, igual lo podías haber pasado por alto.
- No, tenía que decirle por qué estaba tan mal, porque sigo estando tan mal. Por qué me cuesta dormir por las noches, por qué no quiero salir con mis amigas y me quedo en mi habitación.
- Ya.
- Patris...
- Dime.
- Te he llamado para preguntarte si puedo ir a verte –lo dijo con la voz temblorosa-.
- Sí puedes venir a verme?
- Sí.
- Para qué Anne?
- Necesito verte.
- Anne, ahora no puede ser.
- No quieres que vaya?
- No es eso –no sabía qué decirle, lo que le había dicho Anne la había dejado sorprendida-.
- Patris... si no quieres que vaya, sólo me lo tienes que decir. Lo entenderé.
- No es eso, Anne. Lo que pasa es que ahora no es el momento adecuado. No tengo días libres, tengo mucho trabajo.
- Pero un fin de semana, no nos podemos ver.
- Es que ahora no tengo ningún fin de semana libre.
- Ya... lo entiendo. Sabes...
- Dime.
- Creo que no te atreves a decirme que no quieres que vaya.
- Anne, no seas tonta. Parece mentira que no me conozcas. Si fuese eso te lo diría, ya lo sabes.
- Ya...
- Anne...
- Dime Patris.
- No nada...
- Quieres que dejemos de hablar. Quieres colgar. Tranquila si es eso lo que quieres lo entenderé.
- No... no era eso lo que iba a decirte. Iba a decirte que cuando tenga un fin de semana libre te llamaré para que lo sepas y si aún quieres venir a verme, lo puedes hacer.
Al escuchar eso, la cara de Anne se iluminó. Aceptaba a verla. Aceptaba a que fuera a verla. No se lo podía creer.
- Gracias Patris.
- No me des las gracias.
- Sí, porque para mí es muy importante poder ir a verte.
Estuvieron hablando un par de minutos más y colgaron. Patris buscó en la agenda del móvil un teléfono y llamó.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Decepción

Decepción, esa es la palabra. Sí esperaba que llegara esta noche y la cena que había organizado. Iba a ver a "mi amor". Y si tenía la posibilidad de estar cinco minutos a solas con ella... Pero ha sido una noche decepcionante en ese sentido. Me explico. He estado trabajando hasta las 23.30 horas. A eso de las 22.40 he recibido un sms de "mi amor" diciéndome que no sabía a qué hora iba a llegar a la cena. Que se retrasaba. Le he contestado que no pasaba nada, que yo aún estaba trabajando. Entonces me ha dicho que su hermana y su cuñado no iban. He terminado de currar sobre las 23.20 y me he dicho al restaurante donde había organizado la cena. Allí estaban todos, esperándome. Así que como ya hacía casi tres cuartos de hora que había recibido el sms, me he decidido a llamarla para preguntarle si tardaba o no. Me ha dicho que le había surgido un problema, que ya me explicaría y que a cenar que no llegaba, pero que intentaría hacerlo al café. Hemos cenado, sean tomado el café y cuando salíamos del restaurante iba enviarle un sms para decirle donde nos íbamos a tomar una copa. En ese instante he recibido un sms suyo. Lo he leído y de mi cara se ha borrado la sonrisa. Me pedía disculpas, que era muy tarde y que al final no venía, que mañana a las 9 de la mañana hacía la inmersión (ya sabéis el cursillo de submarinismo) y que se iba a la cama. Que me debe una cena. Le he contestado que no pasaba nada, le he deseado buenas noches y buena inmersión. Así que os podéis imaginar mi decepción. Decepcionada por no haberla visto, decepcionada porque no viniera a la cena, decepcionada por que no viniera a tomarse una copa, decepcionada, decepcionada...
Joer, qué mala suerte que tengo. Siempre que planeo algo en el que ella está implicada, surge algún inconveniente. Sé que las cosas vienen así, pero joer ya es mala pata. Esta semana que habíamos vuelto a hablar... que había vuelto a estar más "natural" conmigo. Que... Bueno pues eso, que se me ha quedado cara de tonta.
Ayyyy señor! Habrá que seguir esperando otra oportunidad. A ver cuando quiere que cenemos. En el sms le he dicho que esperaba que la cena fuera antes de final de año. A ver si hay suerte, porque a este paso... no se yo.
Así que me marcho a la cama decepcionada, aunque con la esperanza de que las cosas no se tuerzan la próxima vez que planee algo. Ya veremos, la esperanza es lo último que se pierde!

sábado, 13 de septiembre de 2008

Uff, qué noche!

Uff, qué noche! He amanecido en mi casa a las seis de la mañana y a las nueve ya estaba en pie para irme a trabajar. Pero bueno, eso es lo que tiene cuando la noche se "complica" (jajaja). Pero vayamos por partes.
Fui a por mi fisio tal y como había quedado con ella para ir al teatro., allí nos encontramos con mi amiga Cati, que acaba de romper con su novia, y que está pasándolo mal porque se ha quedado embarazada invitro (su ex). Cuando llegué "mi amor" aun no estaba. Saludé a los compañeros y a los dos minutos llegó "mi amor". Nos saludamos, le pregunté qué tal inmersión (está haciendo un cursillo de submarinismo) y me dijo que de momento aun no la había podido hacer (el mar está un poco revuelto). Y me senté con mi fisio. Vimos la obra. Cuando terminó me despedí de la gente. Les dije que nos veríamos esta noche en la cena. Entonces una de mis compis, la que sabe quien es "mi amor", preguntó de forma "malévola" quien era mi fisio. Le dije que la chica de la blusa rosa. Me contestó "vaya no estás tonta, riéndose". No quise mirar a "mi amor". Simplemente sonreí y les dije nos vemos mañana. Cuando íbamos a coger el coche el director me llamó y me preguntó a dónde iba. Le dije que a cenar con mis dos amigas. "Mi amor"estaba mirándome, le guiñe el ojo y le dije que íbamos a un bar a cenar de tapeo, que iba a dejar la cámara. Entonces me dijeron que nos veríamos. Pero no sé dónde acabaron porque no volvimos a coincidir.
Entramos en el bar y preguntábamos si podíamos cenar. Estaba a tope pero nos dijeron que si esperábamos nos podríamos sentar en una mesa, mientras nos sentamos en la barra. Mi fisio pidió un chupito de una cazalla (no sé si sabréis lo que és, es anís), y nos dijo a Cati y a mí que nos teníamos que tomar otro. Yo no bebo y le dije que ni en sueños. Pero dijo que teníamos que tomarnos un chupito, así que Cati pidió dos de vocka azul. Y bueno, me lo hice. Después otro. Y ahí empezó la tontería. Como las mesas seguían ocupadas y nadie se largaba decidimos cenar en la barra. Cuando estábamos terminando Cati dijo de que podíamos irnos de marcha... pero en seguida le dijo a mi fisio, bueno, da igual porque tú no vas a querer venir. Mi fisio que ya iba contentita preguntó a dónde. Entonces le dije yo a Valencia o a Gandia, a un sitio de ambiente. Mi fsio dijo que tenía que volver a casa (estábamos en un pueblo a 10 km.) porque tenía que sacar a "Lala" su perra y que si queríamos allí nos podríamos tomar unos burrets (es una bebída típica de aquí, café licor con coca-cola o fanta limón). Le dijimos que sí pero que después saldríamos. Así que nos fuimos a su casa. Cati se tomó un burret, yo no ya tenía bastante con los dos chupitos -menos mal que después cené y se me bajó el efecto-. Ella sacó a su perra y a los diez minutos volvió. Cati estaba fuera en la calle tomándose el burret y yo dentro de su casa bailando una canción de Sakira. Entró me dijo que le encantaba ver que estaba bailando y de repente dijo, vámonos a Gandia. Así que a las dos y pico de la madrugada nos fuimos a Gandia. Hay media hora de coche. Entramos en la disco de ambiente. Pedimos y nos fuimos a la pista de la disco de ambiente a bailar. Después de estar bailando dijo de ir a pedir otra vez. Cati dijo lo que quería y se quedó bailando, así que mi fisio y yo nos fuimos a pedir. Nos sentamos en la barra, se fijó en los camareros y me dijo "qué tiernos, uno le ha hecho una carantoña al otro, ha sido tan natural. Me encanta este sitio. La gente se muestra tal y como es. A todo eso, se iba acercando cada vez más a mí. Y yo claro empezaba a ponerme "enferma" pero me mantuve quieta, sin hacer nada, ni provocarlo. Volvimos a la pista y me dijo: "me encanta aquí cada uno va a su bola y nadie te mira". Joer, eso de que nadie la mirabaaaa, jajajaja. Anda que no, uff, yo intentaba disimular pero la verdad es que la miraba y la remiraba! Bailaba sin ton ni son, me refiero a que hacía el tonto. Se reía. En un momento me cogió por la espalda y empezó a bailar conmigo. Yo no sabía qué hacer. Ella estaba bebida, se había tomado no sé qué con limó y otra cazalla, además del burret que se había hecho en casa y las tres cazallas que llevaba ya en el cuerpo de la cena. Así que pensé que lo mejor era no actuar y que fuera ella la que decidiese. Empezó a tontear y cuando le dije ven me contestó "eres demasiado mujer para mí". Seguía bebiendo y claro empezó a bailar y a levantarse la blusa....
Hubo un jaleo en la pista, ella fue ajena, pero casi hay una pelea, menos mal que intervieron mi amigo el camarero y el portero. Una chica había cogido un bolso que no era suyo y claro como la pillaron, pues empezó el jaleo. Así que me acerqué a ella, la agarré por el brazo y le dije ven. Ella se dio la vuelta y nuestras bocas se quedaron a un par de centímetros. Os juro que la hubiera besado, pero no lo hice, creo que no era el momento y menos en su estado (creo que no está bien aprovechar esa clase de situaciones, ya, ya sé que soy gili, pero soy así y no puedo cambiar!). Segimos bailando y nada, al final nos fuimos. Ella no estaba bien. Había bebido bastante pero lo peor había sido la cazalla, así que de camino a casa tuve que parar dos veces para que vomitara. La primera vez en Oliva y cuando estaba vomitando llegó la poli y me preguntó. Le dije que mi amiga no se encontraba bien y que estaba vomitando, les desee buenas noches y se fueron. La segunda en un pueblo a 10 km. de casa. Y allí estába yo, cuidándola, aguantándole la cabeza. Por fin llegamos a su casa y entre mi amiga y yo la entramos. Le di agua, volvió a vomitar. Le hice la cama, la acostamos, y mi amiga le quitó los pantalones. Le preguntamos si estaba bien para quedarse sola y dijo que sí que iba a dormir con su perra. Así que viendo que se quedaba sopa nos fuimos.
A mediodía la he llamado pero no me ha cogido el móvil. Una hora más tarde me ha llamado con una vocecita, me ha dicho que tenía miedo de levantarse. Le he dicho que si quería algo que me lo pidiera. Me ha dicho que sentía haber vomitado, que la viéramos así. Le he dicho que no pasaba nada, pero que no volviera a beber cazalla! Se ha reído y me ha dicho que no volverá a beberla. Después me ha preguntado a qué hora llegamos a casa. Le dije que sobre las cinco y que la dejamos sobre las seis. Que Cati era la que le había quitado los pantalones, porque yo preferí no quitárselos porque me iba a poner "enferma" se ha reído y me ha dicho que "tú siempre estás enferma". Le he preguntado que si iba a salir esta noche y que si se venía a la cena, porque anoche me dijo que sí, y me ha dicho que no, que no tenía el cuerpo para nada, que iba a intentar levantarse.
En fin, que he descubierto que mi fisio, que no entiende, como venga muchas veces conmigo a sitios de ambiente se va a desmelenar. Por sus comentarios.... en fin, que antes de llegar a la disco ya pensaba cuando la iba a llevar a Valencia de marcha.
Y esta noche es la cena con la gente del teatro, así que no faltarán los comentarios sobre mi fisio y lo que hicimos anoche. "Mi amor" seguro que no se perderá detalle y yo de la forma más disimuladamente posible la miraré para ver qué cara pone. Y si me pregunta, le diré lo que siendo. Que he descubierto que mi fisio me gusta, que es un sueño inalcanzable (de momento) y que la verdad es que estoy enamorada de ella. Ella es la que me acaricia por dentro. La que me "chuta" felicidad. Y con la que me gustaría compartir mi vida.
También esperaré que "mis cómplices" alisen el terreno. El director en la última cena del teatro fue el que dijo de que nos besáramos pero claro apareció la chica "jueves" y no la pude besar, fue un beso a tres bandas. Pero por fortuna la chica "jueves" hoy no viene, así que seguro que él se inventará algo para que entre "mi amor" y yo surja. Lo que tengo claro es que si tengo la ocasión espero darle un beso de esos de época. Y si no surje, el jueves es su cumple, y sin con mis regalos no se rinde a mis pies, es que no siente nada por mí y que mi intuición habrá fallado por primera vez.
Pero bueno, lo primero es saber qué pasa esta noche. Y si tenemos la oportunidad de estar aunque sea cinco minutos solas. Si es así.... la besaré sin preguntar (una pista para las que siguen mi novela) y que salga el sol por donde quiera. Lo tengo claro. Si me quedo a solas con ella, la besaré y ya está. Y a ver cómo reacciona!!!!

viernes, 12 de septiembre de 2008

Y esta noche qué pasará?

Ha llegado el día! Esta noche es la que intentaré aclara un poco más mis sentimientos. Nos vamos al teatro. Sí, sí, juntas pero no revueltas! A ver, "mi amor" va al teatro, como el resto del grupo. Yo también voy peró iré a por mi fisio y me presentaré allí con ella. Qué pasará? Pues no tengo ni idea. Pero allí estaré y estarán las dos juntas. Así que igual teníendolas a las dos al lado aclare un poco mejor lo que siento por una y por la otra.
Lo cierto es que esta noche estaré más con mi fisio porque después de ver la obra nos iremos a cenar. Y después de la cena me ha dicho que vayamos a tomarnos algo. Le he preguntado por los chupitos y me ha dicho que sí, que nos tenemos que tomar un par. Y claro, la última vez que se tomó chupitos conmigo acabó besandome el cuello, tocándome los pechos e invitándome a quedarme a dormir en su casa. Yo me tomé un chupito, y eso para mí es mucho, porque no bebo alcohol. Y eso me hace que pensar, porque más de una vez me ha dicho entre masajito y masajito que lo que tengo que hacer es beber un poquito para vencer esa timidez y lanzarme. Querrá ella que tome yo la iniciativa? Bueno veremos qué pasa.
Mañana ceno con "mi amor" he organizado una cenita con la gente del teatro, al final mi fisio no vendrá, así que tendré la oportunidad de estar más con ella. Bueno, pues veremos qué pasa también mañana. Prometo contaros lo que pase.

Bestitos

miércoles, 10 de septiembre de 2008

De lío en lío

Sigo liada, me explico. "Mi amor" está cambiando su forma de actuar o esa es la impresión que me da a mí. Desde la semana pasada a ésta, su actitud ha cambido. El martes pasado, hace exactamente una semana, fuimos a jugar al pádel a la urbanización de su padre, nos juntamos siete del teatro. Después de jugar, preguntó si alguien quería subir al apartamento a ducharse. Dije que me iba a casa, que no había cogido ropa y que me iba a casa a ducharme. Entonces alguien dijo de ir a tomar algo y después cenar. Hablábamos mientras andábamos. Entonces el dire dijo que sobre el 25 haría una reunión para de temas del teatro. "Mi amor" dijo que ese día era el de su cumple. Y después se giró a mí y me dijo, a ver qué me regalas! Y le dije, ya veremos. Dije que me iba y entonces me preguntaron. No vienes a tomarte algo y a cenar? Les dije que no, que había quedado con mi fisio. Entonces empezaron las bromitas, porque la verdad es que mi fisio está para mojar pan y chuparse los dedos. Me sorprendio lo que dijo "mi amor", habrá que ir a investigar. Alguien dijo que a qué hora había quedado. Dije que a las 22 y entonces me dijeron que me asomara a tomarme algo. Así que me fui a mi casa, me puse "guapa" (jajaja, por decir algo, porque aunque la mona se vista de seda, mona se queda, jajaja). En fin, fui donde estaban. Como siempre terminamos hablando de sexo, un tema ya habitual. Entonces cuando me iba una de mis amigas me dijo, cuando vas a volver a subir a Valencia para ver a la chica con la que ligaste. Y dije que no lo sabía, que la compañía era muy grata pero que me iba con otra compañía también muy grata.
Llegó el miércoles y fui al cine. Le dije a mi fisio si quería venir, pero no podía, tenía trabajo. Así que me fui sola. Mi sorpresa fue que "mi amor" llegó justamente cuando iba a empezar la peli. Me vio y me saludó. Terminó la peli y salí de la sala. Me paré hablar con un amigo. Ella me vio pero no me dijo ni adiós. Pero casualiades de la vida, uno de los amigos que iban con ella, es amigo mío. Así que me llamó. Ella seguía ignorándome. Hablé diez minutos con él y le dije que le estaban esperando sus amigas. Él me dijo que fuera a tomarme algo con ellos y así lo hice. Cuando llegué ella siguió ignorándome. Hasta que le dije, hola. Cuando nos sentamos en la mesa volvió a mostrarse "natural" conmigo. Estuvimos poco más de media hora y después nos fuimos.
Y llegó el sábado. Salía de comparle los regalos a mi sobri para su cumple, tres añitos. Vi a una amiga y a su marido y estuve hablando con ellos. A los diez minutos la vi pasar en bici con una amiga, así que le dije, venga que ya te falta menos para llegar al tour. Así que para mi sorpresa se paró. Cuando vio que terminé de hablar con mis amigos, dio la vuelta con la bici y vino hablar conmigo. Y ahí empezó a tontear. Y yo empezé a mostrarme un poco "borde" con ella. Comentarios tontos con doble sentido. Y diciéndole cosas a su amiga. Estuvimos hablando un buen rato.
Y la sorpresa ha sido hoy. Hemos hablado tres veces por teléfono, me ha mandado tres o cuatro mensajes. El primero se lo he enviado yo, diciéndole que como sufría de alzheimer que se recordara de traerme la colonia que le había pedido (está en Madrid). Me ha contestado que me la iba a comprar hoy pero que en Madrid era fiesta, y que la tienda estaba cerrada. Entonces la he llamado, le he dicho que siempre tiene buenas escusas para darme negativas. Se ha reído y me ha dicho que no sabía que era fiesta, pero que al próximo viaje me la traía. Le he preguntado cuando volvía y me ha dicho que mañana cogía el tren y se venía, que había dejado su coche en Gandia. Que había pensado en pedirme que la hubiera llevado ayer allí y que mañana la hubiera recogido. Y le he dicho que era tonta, que por qué no me lo había dicho. Hemos hablado un buen rato. Le he dicho que el viernes iba a organizar una cenita con la gente del teatro y que si se apuntaba. Me ha dicho que sí que le apetecía, pero que no lo sabía porque como iban a estar su hermana y su cuñado. Le he dicho que se vinieran también. Y me ha dicho que ya me lo confirmaría el jueves. Cuando he empezado a llamar a la gente para ver quien venía a la cena, me han dicho que una de las tres piezas de Chejov que habían hecho en Rusia la iban hacer, evidentemente era una de las dos que ella no hizo. Así que le he enviado un sms diciéndole que había cambio de planes, que la cena era el sábado. Me ha contestado que "oido cocina. Sabes que pinché la rueda de la bici, menudo rebentón". Le he contestado que si no había besado el suelo y se había dado cuenta pues estaba bien.
Por la tarde me ha vuelto a llamar. Me ha dicho, soy yo y tengo que pedirte un favor. Me ha preguntado que quien podía arreglar un problema con un termo, y le he dicho que el mismo fontanero que arregló el baño de su casa. Así que le he solventado el problemilla.
Por la noche me ha vuelto a llamar, a eso de las diez. Dándome las gracias y diciéndome que me traerá litros y litros de colonia. Y le he dicho "a no! esto merece una cena y con postre incluído. Se ha reído y me ha dicho, vaya con postre.... no sé. Jajaja, le he dicho que sí. Que los favores se pagan y que me lo tenía que recompensar de alguna forma. Y así hemos quedado en cenar algún día de éstos!
Sé que eso no quiere decir nada. Y que el postre será un mousse de chocolate. Pero volver a escucharla sonreír, a hablarme como lo ha hecho, antes y después de pedirme el favor... no sé. Estoy hecha un lío. Un verdadero lío. Y claro, después ha llegado la cena con mi fisio, la tradicional de todos los martes, y su novio en londres. A mi fisio la he invitado al teatro, a "mi amor" no hace falta porque sé que irá, aunque no sé si me llamará o no para venir conmigo. Así que el viernes puede ser que me "deslíe". Si vienen las dos, tal vez estando las dos, logre aclarar este lío que tengo de sentimientos. Joer, qué coño (con perdón) me pasa? No tengo ni idea, estoy hecha un mar de lío, por dos chicas. Una mi fisio, que desde hace seis años siempre me ha hecho tilín, aunque para mí siempre ha sido innalcanzable porque es hetero, aunque desde marzo para acá sus comentarios y sus insinuaciones me desconciertan. "Mi amor" fue como una bocanada de aire que llegó a mi vida. Consiguió que olvidara a mi ex. Me "chuta" felicidad sólo con verla, me acaricia por dentro. Pero... mi fisio hace dos semanas también me acarició por dentro. Así que como veréis tengo un "potage" de aupa. Así que dejaré que el tiempo sea el que me lleve, el que me guíe. Y a ver qué pasa! No hay otra.

martes, 9 de septiembre de 2008

Capítulo 27

Patris estaba en el trabajo. Ajena a lo que iba a pasar. Seguía inmersa en él, era la única fórmula que tenía para no pensar en Anne. Mientras trabajaba, mientras se centraba en su trabajo no se paraba a pensar. A pesar de que en más de una ocasión no lo podía evitar. Sobretodo por la noche, cuando llegaba a casa. Hacía tiempo que cada noche, cuando lo hacía, se tumbaba en el sofá. Miraba la tele y muchas veces se quedaba dormida.
Una mañana Patris recibió un sms muy extraño, qué decía:
“Déjame en paz. Deja de joderme la vida. Olvídate de mí”.
Patris no entendía el sms. Tampoco reconocía el número de teléfono. Así que lo contestó. “Lo siento, creo que te has olivado al enviar el sms”.
A los dos minutos recibió otro:
“No te hagas la loca Raquel. Olvídate de mí y deja de molestarme”.
De nuevo Patris lo leyó. Le contestó y le dijo que se había equivocado, que ese mensaje no era para ella, porque ella no se llamaba Raquel. Recibió contestación. Le pedía disculpas porque se había equivocado en un número. Patris le dijo que no pasaba nada.
Por la tarde, al llegar a casa, decidió llamar al número. Llamó y le contestó una chica. No reconoció la voz y colgó. Al cabo de un minuto recibió un sms en su móvil.
“Hola, perdona, me has llamado por teléfono? Es que me han llamado de un número con prefijo de Valencia y no conozco a nadie de allí”.
“Sí, lo he hecho. Quería saber quién me había enviado los sms. Quería saber si era alguna amiga que me estaba gastando alguna broma de otro móvil.”
Se mandaron tres o cuatro mensajes más. Hasta que en uno de ellos, Patris decidió a preguntarle a la desconocía a quién iba dirigido el sms que le había enviado a ella. La extraña le dijo que era para una amiga, aunque seguro que ella no lo iba a entender. Patris cuando lo leyó sonrió. Y le contestó:
“Tranquila, que seguro que lo entiendo. Es alguna ex?
La respuesta que obtuvo fue afirmativa. Patris entonces decidió llamarla.
- Hola.
- Hola. Perdona no he podido evitarlo. Te quería preguntar si tienes messenger, y así podríamos hablar, si quieres claro.
- Sí, sí que tengo.
- Me lo das?
- Vale.
- Oye, de dónde eres?
- Soy madrileña y tú?
- Valenciana. Por cierto cómo te llamas?
- Me llamo Su. Y tú?
- Me llamo Patris. Estuvieron hablando un ratito más. Se dieron la dirección de correo y desde ese días, empezaron hablar con asiduidad por el messenger. Patris y Su se hicieron amigas. Poco a poco Patris se fue abriendo a su nueva amiga y le contó lo que le pasó con Anne. Su por su parte le contó la historia de Raquel.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Capítulo 26

La madre de Anne se fue a la cocina. Se sentó en la mesa. Cogió el móvil, dudó durante un instante. Y marcó el teléfono de Patris.
- Sí, diga?
- Hola.
- Hola.
- Eres Patris.
- Sí, soy yo.
- Perdona, soy la madre de Anne.
- La madre de Anne? –le respondió sorprendida-.
- Sí.
- Y... cómo... cómo es que me llama? Le ha pasado algo a Anne. Está bien.
- No, no le ha pasado nada, pero no está bien. Está destrozada. Apenas come, apenas habla. Está sufriendo mucho.
- Ya.
- Patris, me ha contado lo vuestro. Me lo ha contado todo. Lo sé todo.
Patris no podía dar crédito a lo que estaba oyendo. Anne le había dicho a su madre que era lesbiana y también que habían estado juntas.
- Patris... sé lo que hizo. No tiene excusa pero está muy arrepentida.
- Ya.
- Patris, te puedo preguntar algo?
- Sí, claro.
- La quieres?
- Sí, la quiero con locura.
- Y entonces por qué las has dejado?
- Porque creo que era lo mejor.
- Lo mejor?
- Sí, lo mejor. Yo no puedo vivir con dudas. No puedo pensar que si no me coge el teléfono es que puede estar con otra. No sé si me entiende.
- Sí, te entiendo.
Estuvieron cinco minutos más hablando. Cuando colgaron Patris seguía sin dar crédito a lo que le acababa de pasar. Le había llamado la madre de Anne. Era increíble pero cierto.
Patris seguía dándole vueltas a la llamada de la madre de Anne. Nunca se lo hubiera imaginado. Muy mal tenía que estar pasándolo para dar ese paso y decírselo a su madre. Ella que no quería que lo supiera, que se enterada. Pero más sorprendida se había quedado con la llamada de su madre. Eso significaba dos cosas. Una que se lo había tomado a bien, que había entendido a su hija, y eso la alegraba, porque sabía que a partir de ahora, el hecho de no esconderse le iba hacer bien. Y la otra, que su madre tomara la decisión de llamarla. Eso la intrigaba mucho.
Estuvo dándole vueltas a la cabeza. No sabía que hacer. Así que decidió dormirse y al día siguiente ya tomaría una decisión.
Anne no sabía que su madre había llamado a Patris. Ni se lo imaginaba. Tan sólo sabía que se lo había contado todo. Que el dolor que sentía le había dado fuerzas para decírselo. Y por ese lado, estaba bien.
Se levantó de la cama, se duchó y fue a la cocina a desayunar. Allí estaba su madre. Anne la miró. Su madre le sonrió.
- Hola, cariño, qué tal estás?
- Bien... mamá...
- Dime.
- Yo... no sé...
- Tranquila, cariño. Me alegro de que hayas confiado en mí y que me lo hayas contado.
- Necesitaba hacerlo.
- Lo sé, imagino que ahora estarás más tranquila.
- No sé, es una sensación extraña. Por un lado me alegro de habértelo contado pero por otro estoy avergonzada.
- Anne, lo que hiciste no estuvo bien y lo sabes.
- Sí, lo sé y estoy muy arrepentida. Sabes...
- Dime.
- Me gustaría dar marcha atrás y borrarlo todo, todo lo que pasó en nochevieja.
- Me imagino, pero sabes que no lo puedes hacer.
- Sí, lo sé.
- Cariño, desayuna vale, ya verás como todo se arreglará.
- No, no lo creo mamá. No creo que haya solución. La he perdido para siempre.
Patris se levantó, se fue al baño y se duchó. Seguía pensando en la llamada de la madre de Anne. Por qué la había llamado, por qué. No sabía que hacer, sentía el impulso de llamar a Anne, porque que su madre le hubiera dicho que estaba mal la había dejado preocupada. La quería pero... No sabía qué hacer. Cogió las llaves de encima de la mesa y se fue a trabajar.
Anne salió de su casa tenía que ir a comprar pero no le apetecía. La verdad es que no le apetecía nada. Andaba por la calle. De repente se paró delante de un escaparate. Era el escaparate de una agencia de viajes. Miró los carteles que anunciaban viajes a Ibiza, París, Punta Cana... Entonces pensó que podría ir a ver a Patris. Que podría presentarse en su trabajo o en su casa. Pero de repente pensó que no lo podía hacer llegaría allí y Patris igual no quería ni verla. Estaba aturdida, quería hacerlo pero no sabía si era lo mejor o no.
Volvió a casa. Su madre estaba en la salita, mirando la televisión.
- Mamá puedo hablar contigo.
- Sí, dime.
- No sé cómo decírtelo. Es que he pasado por delante de una agencia de viajes y he pensado que igual podría ir a ver a Patris.
- Quieres ir a verla... pero Anne.
- Ya, ya lo sé, ella no quiere saber nada de mí.
- Eso es lo que me dijiste anoche.
- Sí pero necesito verla. Intentar convencerla de que estoy arrepentida. Quiero que me perdone, que me dé una segunda oportunidad.
- Lo sé, cariño, pero las cosas no son tan fáciles.
- Ya, pero me gustaría ir.
- Estás segura?
- Sí, segurísima.
- La vas a llamar para decirle que vas?
- No sé. Y si me presento allí sin decirle nada. Aunque...
- Qué?
- Que no sé si estará o no, si se ha tenido que ir fuera a ver algún partido de fútbol.
- Anne, si quieres ir tienes mi permiso. Pero no quiero que sufras y no sé si el viaje será para bien o para mal.
- Mamá, quiero ir. Tengo que arriesgarme.
- Bueno si quieres ir ves.
- Sí, iré.
Estaba decidida a ir. No sabía si llamarla para decirle que iba. Lo quería hacer pero al mismo tiempo tenía miedo de que si se lo decía, le dijera que no fuera.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Capítulo 25

Patris puso rumbo a casa. Estaba destrozada. Tanto o más que cuando regresó tras pillar a Anne con aquella chica. Se repetía una y otra vez si la decisión que había tomado era la mejor. Si era realmente lo que quería. El corazón le pedía que diera media vuelta y que regresara. Que llamara a Anne para decirle que había recapacitado y que al final iban a seguir juntas. Pero la razón, no.
Patris llegó a su casa. Bajó del coche y lo cerró. Subió las escaleras con la mirada perdida. Abrió la puerta. Entró en casa. Cruzó el pequeño pasillo y se fue a la habitación. Se acostó. No pudo dormir. Cogió la fotografía que había en su mesita. La que se hicieron en un fotomatón la primera vez que fue a Zaragoza. Rompió a llorar.
Las semanas fueron pasando una a una. Ya hacía tres meses que había dejado de hablar con Anne. Muchas veces había sentido el impulso de llamarla. De decirle que se arrepentía de la decisión que había tomado. Pero no lo había hecho.
Anne estaba abatida. Apenas salía de casa. Sus amigas le daban ánimos, pero no la podían consolar. Nadie podía hacerlo. Sus padres no entendía por qué Anne estaba así. Nunca la habían visto así. Un día su madre le preguntó:
- Anne, cariño, qué te pasa?
- Mamá, soy muy infeliz.
- Cariño por qué.
- Porque estoy enamorada.
- Estás enamorada? Y por eso estás así? Deberías estar contenta.
- No, no lo puedo estar. Ella...
Se dio cuenta de que había dicho ella. Su madre se había quedado mirándola con la boca abierta.
- Ella? –le dijo sorprendida-.
- Sí mamá, ella.
- Estás enamorada de una chica.
- Sí, lo estoy. La quiero con locura.
- Y... y ella te quiere?
- Sí, mamá, me quiere...
La madre de Anne la abrazó. Se abrazaron fuertemente. Y le dijo:
- Entonces por qué estás así?
- Porque ya no sé si me sigue queriendo. No quiere saber nada de mí.
- No lo entiendo, Anne.
- Mamá metí la pata. Cometí una locura.
- Una locura? Qué quieres decir?
- La engañé.
- Cómo que la engañaste?
- Sí, mamá, le puse los cuernos. Me lié con otra. Ella vino a darme una sorpresa y la sorpresa se la di yo.
- Anne, me he perdido. Me lo quieres contar desde el principio.
- Me gustaría hacerlo. Necesito contártelo.
- Cuéntamelo, cariño.
Anne le explicó a su madre cómo conoció a Patris. Le dijo que desde hacía tiempo tenía dudas. Sentía atracción por las chicas. Así que un día decidió entrar en un chat de lesbianas. En él conoció a Patris. Le explicó que el mismo día que se conocieron se mandaron una foto. Que después hablaron por teléfono. Que estuvieron así durante bastante tiempo que en verano cuando se fueron a Castellón Patris, que era de Valencia, había ido a conocerla. Se lo contó todo. La madre de Anne escuchaba atentamente a su hija, sorprendida por todo lo que estaba escuchando. Nunca hubiera creído que su hija fuera lesbiana. Aunque para ella eso era lo de menos. Le preocupaba más cómo se sentía. Que estuviera decaída. No quería verla así. No sabía qué podía hacer. Anne terminó de contarle toda la historia.
- Anne... tranquila cariño, ya verás como todo se solucionará.
- Mamá no tiene solución. Ella no quiere saber nada de mí. Le fallé, la engañé. Y eso no me lo perdonará jamás.
- Ya verás como sí.
- No, no lo hará. Hace tres meses que no sé nada de ella. Bueno, sí que sé más o menos cómo está porque le pregunto a una amiga suya. Pero hace tres meses que ella no me llama. Que no me envía ningún mensaje, y eso es muy duro para mí.
- Cariño, tranquila.
Anne estaba durmiendo. Su madre entró en la habitación. Cogió el móvil de Anne y miró la agenda. Buscó el nombre de Patris. Lo memorizó y salió de la habitación. Anne seguía dormida y no se enteró de nada.

martes, 2 de septiembre de 2008

Capítulo 24

Sandra llamó el jueves a Anne para intentar convencerla para que saliera el sábado a cenar con ella.
- Anne tienes que salir. No te puedes quedar recluida en casa.
- Gracias, Sandra, pero no tengo ganas de nada. Sólo tengo ganas de llorar.
- Anne, hazme caso. Mira quedamos para cenar y hablamos. Te vendrá bien.
- No me apetece, pero gracias.
- Anne, por favor. Tienes que hacerlo. Tienes que salir de casa.
- No, no me apetece.
- Anne, joer, te lo estoy pidiendo por favor. Te vendrá bien salir. Te prometo que después de cenar sino te apetece que vayamos a tomar algo, te vas a casa y ya está.
Sandra insistió tanto que al final Anne aceptó. Quedaron para el día siguiente a las diez de la noche. Nada más colgar el teléfono, Sandra llamó a Patris para decirle Anne había aceptado a ir a cenar con ella. Que al principio no quería, pero que al final tras mucho insistir, había aceptado al fina. Patris le dio las gracias y quedaron en verse en el restaurante.
Patris después de trabajar cogió el coche y se marchó rumbo a Zaragoza. Llegó al hostal. Se duchó y después se tumbó en la cama. No estaba segura de lo que estaba haciendo, pero ya no había marcha atrás. Se vistió y salió de la habitación. Cuando salió a la calle llamó a Sandra.
- Hola.
- Hola, ya estáis en el restaurante?
- Sí.
- Vale, ya voy para allá.
- Muy bien. Adiós.
- Adiós.
Anne le preguntó quién le había llamado. Sandra le dijo que era su hermano. Que la había llamado para decir si le había dado de comer al gato. Anne se lo creyó. Empezaron ha hablar. Anne apenas había tocado la ensalada, jugaba con el tenedor con la lechuga pero no la pinchaba.
Patris llegó al restaurante. Miró a ver dónde estaban sentadas Sandra y Anne. Sandra había elegido una mesa lejos de la puerta y además había hecho que Anne se sentara de espaldas a la gente, así no vería entrar a Patris cuando llegara. Patris miró y las vio. Se acercó a la mesa. Estaba nerviosa. Cogió aire y sintió un impulso. Se acercó a Anne muy despacio y le tapó los ojos.
- Quién eres?
- No te lo imaginas.
No sabía si estaba soñando o no. Había reconocido la voz de Patris.
- Patris?
- Sí, soy yo.
- Patris...
Patris le quitó las manos de los ojos. Le dio dos besos y otros dos a Sandra. Se sentó en la mesa y llamó la camarero.
- Por favor, me pueden traer un cubierto, también voy a cenar con ellas.
El camarero asintió con la cabeza. Le llevó los cubiertos y le dijo que quería para cenar. Patris le dijo que lo mismo que hubieran pedido ellas.
- Gracias Sandra.
- No sé qué decir, me he quedado sin habla. Patris estoy muy contenta de que estés aquí. Es algo inesperado.
- Lo sé. Pero creo que si tenemos que hablar es mejor hacerlo cara a cara en vez de por teléfono.
- Sí, aunque no sabía si querías hablar conmigo o no.
Sandra permanecía callada. Las observaba. Sabía que se querían. Que estaban la una hecha para la otra. Estaba emocionada. Viendo cómo se miraban casi se le saltaban las lágrimas de la emoción.
Cenaron. Sandra les dijo que se iba. Patris le dijo que no tenía por qué irse. Que podían ir a tomar una copa.
- No. Ya he cumplido con mi cometido. Ahora tenéis que hablar. Aclarar las cosas. Ya nos tomaremos algo mañana. Vale?
- Como quieras.
- Gracias, Sandra, otra vez –le dijo Patris-.
- No me las tienes que dar. Sé que si hubiera sido al revés habrías hecho lo mismo por mí.
- Eres una buena amiga. No nos conocemos mucho pero te considero como tal.
- Y yo, y creo que merece la pena lo que estoy haciendo. Lo sé con solo miraros. Es algo que no podéis ocultar a pesar de todo.
Salieron las tres del restaurante. Se despidieron. Anne y Patris estaban por fin a solas. Durante un minuto ninguna dijo nada. Patris al final fue la que rompió el silencio.
- Quieres ir a tomar algo.
- Me da igual. Qué es lo que quieres tú?
- Quiero que lo hablemos. Dónde vamos?
- No sé, dónde tú quieras.
- Te parece bien que vayamos al hostal y hablemos en la habitación.
- Sí, me parece bien.
Se fueron al hostal. Subieron a la habitación. Patris abrió la puerta. A Anne le vino a la memoria la primera vez que entró en la habitación de ese hostal. Recordó que nada más cerrar la puerta besó a Patris. Y quería volver a besarla. Lo estaba deseando desde que la volvió a ver en el restaurante. Pero no se atrevía.
- Patris...
- Sí, dime.
- Te puedo besar?
- Si me puedes besar?
- Sí.
- Vaya, eso sí que es una novedad?
- El qué?
- El que seas tú quien me lo pidas.
- Me muero por besarte, pero no quiero estropearlo por eso prefiero pedirte el beso.
- Yo también me muero por que me beses...
- Entonces.... puedo?
Patris se acercó a Anne y se fundieron en un beso. En un beso tierno. Un beso muy especial. Dulce, muy dulce. Estuvieron besándose durante un par de minutos.
Se separaron y Patris empezó ha hablar.
- Anne, sabes por qué he venido?
- Supongo que sí.
- Anne he venido a decirte la decisión que he tomado.
- Patris...
- Déjame hablar, Anne.
- Sí claro.
- He venido a decirte que no voy a continuar contigo.
- Patris...
- Sí, lo he pensado. Le he dado muchas vueltas a la cabeza.
- Patris, por favor.
- Déjame que te explique por qué he tomado esta decisión.
- Patris pero tú me quieres y yo también.
- Sí, es cierto. Te quiero con locura. Y creo... bueno estoy convencida de que tú también me quieres.
- Entonces?
- Pero no puedo, no puedo vivir con un mar de dudas.
- Patris te he dicho mil veces que lo siento. No sé qué tengo que hacer para convencerte.
- Nada, no puedes. Sé que me has dicho muchas veces que lo sientes. Y te quiero creer.
- Me tienes que creer.
- Ya. Mi corazón te cree.
- Entonces?
- Pero sigo recordando aquél instante, cuando te vi besándola. No lo puedo evitar. Y cada vez que me viene la imagen a la cabeza, siento un pinchazo en el corazón.
- Patris...
- No lo puedo evitar, es superior a mí.
- Patris.... pero el beso...
- Sí, ya sé que el beso ha sido de amor. Sé que ha sido tierno, dulce, como siempre.
- Sabes que te quiero.
- Y yo.
- Dame otra oportunidad, por favor.
- No puedo, es superior a mí.
- Pero por qué?
- Porque no puedo olvidarlo.
- Inténtalo, por favor. No se volverá a repetir.
- Ya. Pero no puedo vivir con la duda.
- Con la duda?
- Sí, con la duda. Con la duda de pensar, sino me coges el teléfono, si estarás con alguien.
- Pero te juro que no volverá a ocurrir. He aprendido la lección. Te quiero y si me dejas te lo demostraré.
- Anne... no puedo. Lo siento.
- Por favor...
- Lo siento, pero es superior a mí.
- Dame otra oportunidad, te lo pido por favor. Te demostraré lo mucho que te quiero.
- Ya me has demostrado que me quieres.
- Entonces?
- No puedo la verdad.
- Pero el beso...
- Sí el beso ha sido dulce, tierno... pero...
- Pero qué?
- Ha sido el de la despedida.
- De la despedida.
- Sí, no nos volveremos a ver más.
- Qué dices?
- Lo has oído perfectamente. Ya he tomado la decisión.
- Pero me quieres y yo a ti.
- Ya pero no puedo, de verdad... no me lo pongas más difícil.
- Patris...
- Por favor Anne. Te lo estoy pidiendo por favor.
- Y yo te estoy pidiendo por favor que me des otra oportunidad. Que me dejes demostrarte que te amo con locura.
- Anne si me hubieras amado con locura no te hubieras enrollado con ella.
- Patris... sabes que fue un error, del que estoy muy arrepentida.
- Sí, lo sé. Y sé que me lo dices con el corazón, pero Anne no puedo, no puedo seguir contigo.
- Por favor... dame otra oportunidad.
- Anne... ahora no puedo. No puedo. Quizás más adelante... pero ahora no puedo.
- Patris...
- He venido a decírtelo. Lo he pensado mucho, te lo juro. Pero me martillea una y otra vez aquel beso. El beso que le dabas a otra. Tus labios...
- Patris...
- Lo siento, pero no lo puedo evitar.
- No me dejes, no me dejes!
- Sí. La decisión está tomada.
- Te quiero.
- Y yo también.
- Entonces, por qué no podemos estar juntas.
- Porque yo no puedo.
Estuvieron hablando durante media hora más. Anne intentó convencer a Patris de que no la dejara. Pero no lo consiguió.
- Lo siento... de verdad... pero no puedo.
- Por favor –le suplicó Anne con lágrimas en los ojos-.
- No llores, me destrozas el corazón.
- Tú me lo estás destrozando Patris. No entiendo, si nos queremos por qué tenemos que dejarlo, no darnos otra oportunidad.
- Te juro que no puedo. Lo tengo decidido.
De nada sirvieron las súplicas de Anne. Patris abrazó a Anne. Le dio un beso en la frente y le dijo:
- Te quiero. Te quiero con locura.
- Bésame, Patris...
Patris la besó. Fue un beso muy dulce. Anne se estremeció. Anne le pidió hacer el amor una vez más. Patris le dijo que no. Anne insistió. La abrazó. Patris la acarició. Le hizo el amor al mismo tiempo que lloraba. Era duro para ella, pero la decisión la tenía tomada y no iba a cambiarla.
Se quedaron dormidas, abrazadas. Anne se durmió. Patris la miraba... De nuevo las lágrimas le brotaron. No lo podía evitar. Su corazón le pedía que diera marcha atrás, pero la razón le decía que era lo mejor.
A la mañana siguiente Patris despertó a Anne, como lo había hecho siempre. Besándola. Anne la miró, sonrió.
- Buenos días, mi amor.
- Buenos días.
- Me gusta que me despiertes con un beso –le dijo Anne-.
- Ya lo sé, pero esta es la última vez que lo haré y lo sabes.
- Patris pero nos hemos amado y te he demostrando todo lo que siento por ti.
- Lo sé Anne, pero no voy a dar marcha atrás.
- Hazlo por favor.
- No puedo. No me lo pongas más difícil. Ahora dúchate... Desayunamos y...
- Y?
- Y después nos despediremos.
- Y no voy a saber nada más de ti?
- No, lo siento. No vamos a seguir hablando. No te llamaré. No quiero que me llames. Te lo pido por favor. Eso haría las cosas más difíciles.
- Patris...
- El tiempo dirá qué tiene que pasar.
- Es absurdo, que me dejes. Nos queremos. Por favor dame una oportunidad. Déjame que te demuestre que cada día que te quiero con locura.
- Anne... venga ves a ducharte. Desayunamos y te acompaño a casa.
Anne se duchó. Se sentó en la mesa pero no pudo comer nada. No tenía hambre. Rompió a llorar. Volvió a suplicarle a Patris que no la dejara.
Salieron de la habitación. Patris acompañó con el coche a Anne a su casa. Se besaron otra vez. Anne bajó del coche. Patris la miraba. Era la última vez que la iba a ver. Anne giró la cabeza. Estaba llorando. Patris también. Anne abrió la puerta de la escalera. Se quedó un minuto mirando a Patris. Al final entró y cerró la puerta.